La ONG Consejo Noruego para los Refugiados (NRC por sus siglas en inglés) situó la crisis de desplazados de Burkina Faso como la más desatendida del mundo, revalidando así esta posición por segundo año consecutivo y por delante de otros países como Camerún o República Democrática del Congo.
El NRC elaboró su habitual informe en el que califican las crisis de desplazamiento teniendo en cuenta la falta de financiación humanitaria, la ausencia de atención médica y la falta de iniciativas no solo políticas sino también diplomáticas a nivel internacional en comparación con el número de personas necesitadas.
El organismo destacó que los tres países del Sahel central –República Democrática del Congo, Malí y Niger– se encuentran entre los diez países con una, pero situación a nivel de desplazados. Por su parte, Camerún, que se encuentra en el segundo lugar, confirma una tendencia que se prolonga ya desde hace seis años.
Más allá de esto, el NRC insistió en la carrera peligrosa que se produce en estos parámetros, pues Colombia, que el año pasado ocupaba el tercer puesto en la lista, en esta nueva actualización quedó fuera de los diez primeros puestos, evidenciando un aumento de la desatención a las crisis de desplazados.
«El total abandono hacia las personas desplazadas se convirtió en la nueva normalidad», lamentó el secretario general de NRC, Jan Egeland, quien acusó a las élites políticas y militares locales de hacer caso omiso al sufrimiento que causan, según se desprende de un comunicado del organismo.
«El mundo no se escandaliza ni siente la obligación de actuar ante las historias de desesperación y las estadísticas que baten récords. Necesitamos un reinicio global de la solidaridad y volver a centrarnos donde las necesidades son mayores», añadió el secretario general de la organización, que aboga por invertir en las crisis más desatendidas del mundo.
Burkina Faso apareció en este listado durante los cinco últimos años, y en los últimos tres se situó siempre entre los tres más afectados. Camerún lleva seis años en la lista, ocupando puestos altos en varios informes, si bien en la última edición se encontraba en el séptimo lugar.
República Democrática del Congo, que cierra los tres primeros puestos, encabezó el listado en tres ocasiones en los últimos años (2017,2020 y 2021), y en los restantes (2016, 201, 2019 y 2022) se situó en segundo ligar. El resto de puestos los ocupan Malí, Níger, Honduras, Sudán del Sur, República Centroafricana, Chad y Sudán.
SE NECESITA UNA MAYOR FINANCIACIÓN
En lo que respecta a la financiación, NRC resaltó que en 2023 la brecha entre los fondos requeridos y los recibidos ascendió a 32.000 millones de dólares, 10.000 millones más que en 2022, un déficit que se traduce en que el 57 por ciento de las necesidades siguen sin poder cubrirse.
La ONG reconoció que aunque esta brecha es «grande», no significa que sea imposible de cerrar, y deslizó que si cada una de las cinco empresas más rentables del mundo aportara en torno a un cinco por ciento de sus ganancias en 2023, el déficit de financiación podría desaparecer.
«Necesitamos urgentemente invertir en las crisis más desatendidas del mundo. Estas inversiones deben realizarse tanto en forma de iniciativas diplomáticas, para lograr que las partes en conflicto se sienten a negociar, como de financiación por parte de los donantes, para que esta se adecue a las necesidades», dijo Egeland.
En concreto, Burkina Faso recibió unos 347 millones de dólares en 2023 de los 876 millones solicitados, menos del 40 por ciento de la financiación necesaria, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en un país en el que se registraron más de 700.000 desplazamientos en un año.
En la nación africana se contabilizaron en torno a dos millones de desplazados internos, mientras que la cifra de refugiados y solicitantes de asilo burkineses pasó de 60.000 a 150.000 entre diciembre de 2022 y el mismo mes de 2023, de acuerdo con datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). (Europa Press)