Estado Plurinacional en la coyuntura

El Estado Plurinacional se encuentra atravesando una aguda crisis, con un rosario de dificultades parlamentarias, sociales y laborables que se agudizan cotidianamente y en vez de encontrar soluciones, empeoran sin que la población pueda recuperar tranquilidad y orden.
En días recientes los problemas sociales han aumentado en forma notable. Numerosos asuntos públicos han emergido en forma conjunta. Después de los bloqueos de carreteras por parte del transporte pesado, advino el conflicto de los gremiales, al que siguió el de los médicos y hubo amenazas de otras organizaciones afiliadas a la COB.
En forma paralela, se ha agudizado la crisis parlamentaria y el asunto de las elecciones judiciales se ha empantanado por resoluciones que deben resolver los diputados. Por ello hay obstáculos difíciles de sobrepasar, como el proyecto de ley 075, para el cese de funciones de los magistrados prorrogados. En una reciente y polémica sesión en la Asamblea Legislativa, esta norma fue sancionada, pero resta su promulgación por el Poder Ejecutivo, la cual se prevé que no será fácil.
Por otro lado, otros sectores sociales también hicieron exhibiciones de fuerza en las calles, pidiendo solución para la escasez de dólares y de carburantes. Este último asunto determinó la falta de gasolina y un bloqueo de caminos de dos días de duración, seguido de amenazas al gobierno, en sentido de que, si no arreglaba esos dos problemas, se adoptaría medidas más enérgicas.
Por si fuera poco, se advierte que también altas esferas del gobierno cometen errores que causan reacciones, como huelgas laborales que causan un ambiente de desorden que obliga a las fuerzas del orden a adoptar medidas que permitan el retorno de la tranquilidad.
A ese ambiente de inseguridad, se agrega la crisis económica que afecta al país, debido a la carencia de dólares, con la perspectiva de que no hay solución a la vista. Y es que se observa la falta de ingresos en moneda americana y el descenso de la exportación de productos bolivianos, por la caída de la producción de diversas ramas industriales, agrícolas y otras.
En general, se puede calificar ese estado de cosas como bastante delicado para el Estado Plurinacional y su gobierno, situación que, además, se pone de color de hormiga porque las principales autoridades del país se ausentan, precisamente cuando deberían estar manejando las riendas del Estado y evitando, de esa manera, que se deboquen los caballos del apocalipsis. Y pese a todo, las autoridades nacionales aseguran que en el país no hay crisis económica. A eso se agrega la amenaza de renuncia de algunos funcionarios estatales de jerarquía.
No solo esta situación es motivo de preocupación para la opinión pública, sino que causa angustia el futuro de la Nación, ya que el Estado Plurinacional hace aguas por diversos lugares, lo que nos hace recordar lo que pasó con el Titanic.