Alcohólicos Anónimos cumple 89 años de labor

La comunidad Alcohólicos Anónimos (AA) cumple este lunes 89 años de servicio a las personas aquejadas por el alcoholismo, una enfermedad que en Bolivia es la principal responsable de violencia intrafamiliar, feminicidios y accidentes de tránsito. A casi nueve décadas de existencia brindando una mano a quien lo necesite, sus miembros recuerdan que dejar el alcohol es posible con la ayuda de otros que lograron hacerlo antes.
Fundada un 10 de junio de 1935 en Akron, Ohio, en Estados Unidos, la AA se ha dedicado a ayudar a las personas a superar su alcoholismo de manera totalmente gratuita y confidencial, a través de un programa de 12 pasos para lograr la sobriedad, en el cual el primero de ellos es el más importante: aceptar que la persona tiene un problema con la bebida.
Aunque los datos oficiales señalan que se estableció en 1980, está comunidad habría llegado a Bolivia en los años sesenta de acuerdo con testimonios. En La Paz y El Alto, actualmente, existen al menos 22 grupos diseminados que trabajan con los recién llegados, donde el único requisito para ser miembro es tener el deseo de dejar el alcohol.
El sacerdote católico y miembro de AA de La Paz, conocido como Padre Fernando, recordó a la población que es posible superar esta enfermedad, actualmente reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), gracias al encuentro con otras personas que lograron hacerlo. “Cuando dos alcohólicos se juntan y dialogan, pueden conseguir la abstención y luego de la abstención, la sobriedad”, sostuvo a EL DIARIO.
El sacerdote mencionó que lleva sobrio 26 años, lo que le permitió volver a apreciar la belleza de una vida alejada del alcohol. Recalcó que AA evita estigmatizar a sus miembros a través de un servicio completamente anónimo y desinteresado, pues no recibe contribuciones de ninguna clase e incluso no lleva estadísticas para garantizar la confidencialidad de la comunidad.
“El alcohol es la droga que ha matado más gente en el mundo, más que las dos guerras mundiales; a diario muere la gente por este problema. Naturalmente, ni el médico puede tipificar a una persona alcohólica, ni nosotros podemos calificar a una persona como alcohólica”, señaló.
El Padre Fernando pretende llegar a todas las personas alcohólicas que puedan necesitar apoyo, entendiendo que este problema afecta a todo el entorno familiar, donde muchas veces los mismos familiares desean la muerte del enfermo y se cierran a creer que no existe una solución.
“Sepa usted que hay una solución. A veces la familia se enceguece, (el alcohólico) se ve marginado o carente de afecto y así no encontramos una solución. Quiero decirles que sí hay una solución y se llama Alcohólicos Anónimos, donde guardamos toda la reserva y tampoco necesitamos inscripciones económicas”, manifestó.
Finalmente, el entrevistado expresó su profundo agradecimiento a EL DIARIO, a nombre de la comunidad de AA, por ser “el único matutino que cada año da cobertura” a su noble labor de luchar mano a mano contra el alcoholismo de manera independiente, autosostenida y confidencial.