miércoles, julio 24, 2024
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Adiós al Tren Eléctrico

Rodolfo Becerra de la Roca

I
Desde hace tiempo, en notas publicadas en EL DIARIO hemos insistido para que en la Avenida Zabaleta se construya un danzódromo, donde se desarrollen los bailes del Gran Poder, la Entrada Universitaria, y cuanta manifestación folklórica se da en esta “ciudad maravilla” de La Paz, que le dan más bien un tinte pueblerino, cuando ya goza de ser una urbe cosmopolita. Esos espectáculos hermosos y grandiosos merecen un sitio acorde a su magnificencia.  La tradicional Feria de Alasita también de itinerante pueda también localizarse en ese lugar de manera permanente. Aun las manifestaciones políticas, adecuadamente programadas y organizadas, deberían dejar de causar caos y desorden en esta ciudad, precisamente en el centro, originando el desorden económico y embrollo administrativo de esta urbe magníficamente coronada por el majestuoso Illimani.
Hemos advertido, además, el peligro que acecha a las áreas baldías, por hábiles loteadores, tan prestos a apropiarse de ellas en concomitancias con arquitectos, abogados y funcionarios corruptos.  Y he aquí que está sucediendo esto al pie de la letra. En un recorrido por esa arteria,  primero se leía carteles de “propiedad privada” y, al poco tiempo, ya fueron levantadas edificaciones sin que nadie reclame. Ni Juntas de Vecinos ni Fiscales, menos Procuradores Generales del Estado, ni los Alcaldes; pues, de acuerdo con una ley de comienzos del siglo pasado, los aires de rio son propiedad municipal hasta la cima de su coronamiento. Entonces, sobre esos terrenos que habíamos sugerido para el danzódromo, solamente está la voz de los que amamos a La Paz, para que sea verdaderamente “ciudad maravilla”. Publicamos muchas notas que de nada sirvieron, Ahora que los aires del río de la Av. Zabaleta están ocupados por propiedad privada, ya no existe otro sitio para construir el danzodromo de la ciudad de La Paz y otros anexos.
II
Ahora vayamos al tema del título de este ensayo. Desde muchos años atrás se habló del tren eléctrico sobre el río Choqueyapu para resolver el espantoso tráfico vehicular de la urbe. Ningún alcalde pudo acometer la obra, más bien cada cual emprendió sendas avenidas hacia el sur, como trabajos que se terminen en una gestión municipal, nunca se han emprendido obras de largo aliento que se ejecuten en dos o tres gestiones, como habría durado el tren eléctrico o bala que están admirando las ciudades modernas. Últimamente han surgido los teleféricos que, si bien son un atractivo moderno de la urbe, no resuelven el problema del transporte urbano, desordenado y caótico de La Paz.
El tren eléctrico desde Ovejuyo a la ciudad de Viacha, pasando por las ciudades de La Paz y El Alto precisaba un estudio bien planificado, pasando encima del Choqueyapu, evitando las construcciones sobre el rio. La millonada de dinero de los teleféricos hubiera servido en buena parte para el tren bala o lo que se llame y las conexiones a El Alto a ser servidas por pintorescos seis o más funiculares.  A la construcción de edificios sobre el Choqueyapu se agrega hoy que la Alcaldía proyecta una Nueva Avenida de La Paz hacia el Sur, sobre el rio, con lo que definitivamente se dirá Adiós al Tren Eléctrico.
Entonces se deberá proyectar más bien un teleférico de Ovejuyo a una falda del Illimani, como un atractivo esplendoroso de turismo, con hoteles confortables y restaurantes en las cimas arboladas y jardines espectaculares, quién sabe hasta con pistas de sky.
Lo que nos falta a los bolivianos es pensar y soñar a lo grande, como es nuestra naturaleza grandiosa.
El autor es fundador del Parque Nacional Torotoro.
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