La Aduana Nacional (AN) decomisó en Tarija 8,35 toneladas (8.350 kilos) de harina de trigo de industria argentina de contrabando, por un valor de 26.117,33 bolivianos, que no contaba con la declaración de importación, factura comercial ni certificación de inocuidad sanitaria, informó la administradora de la entidad Interior Tarija, Carla Aguirre.
“El pasado 8 de junio se retuvo a un bus particular (…), se revisó el interior del vehículo, donde se pudo evidenciar la tenencia de harina de procedencia extranjera sin documentación de respaldo”, indicó, citada en un boletín.
Dijo que, en caso de no contarse con la acreditación mediante certificación de que la mercancía es apta para su consumo o utilización, la administración aduanera, en coordinación con la entidad o autoridad competente, dispondrá el destino o destrucción de la mercancía.
“El contrabando, además de ser un ilícito tributario que afecta a la economía nacional, puede dañar a la población, ya que los productos no tienen ninguna garantía de su buen estado y no cumplen con las normas sanitarias y de calidad establecidas por las autoridades competentes”, advirtió la funcionaria.
Control
Por otra parte, con el aumento de los productos agrícolas en el mercado nacional se intensificaron los controles en las fronteras con Argentina, en especial por el comercio ilegal que se registra de productos agrícolas bolivianos al país vecino.
Como se recordará, los empresarios calcularon que el movimiento económico anual del contrabando en el país supera los 3.500 millones de dólares, mientras la Aduana registró decomisos por un valor de 100 millones.
Los analistas económicos atribuyen el crecimiento de esa actividad ilícita al tipo de cambio fijo y a la subvención de los productos aplicados en el país.