Decenas de invitados llegaron hasta los jardines Bosques de Aranjuez, donde el embajador de Suecia, Nicolas Weeks, y su esposa, Le Zhang, celebraron el Día Nacional de Suecia, que se conmemora el 6 de junio.
Fue el último festejo patrio del diplomático sueco en Bolivia, ya que culmina su misión diplomática, para asumir un nuevo cargo en Asia.
En medio de sentimientos encontrados, el emisario sueco se despidió de las amistades que cultivó en el país. «Será mi último día nacional sueco en Bolivia durante algún tiempo. Este es mi último discurso con audiencia tan grande e importante en Bolivia. Quisiera expresar mi profunda gratitud a todos por cómo nos acogieron a mi esposa Le y a mí. Tres años pasan rápido, sobre todo cuando uno está rodeado de amigos y de una profunda e importante colaboración».
En otra parte de su alocución, el Embajador dijo sentirse encantado en Bolivia. «Tiene uno de los niveles de biodiversidad más altos del mundo, es rica en recursos naturales y, sobre todo, rica en sus diversas culturas y orgullosos pueblos».
Una hermosa jornada de sol y cálida atención acompañó la recepción social, amenizada por Deuce Producciones que ofreció un tributo al grupo sueco Abba, incitando a bailar a los asistentes con sus grandes éxitos.
