Parte I
Al estudiar el desarrollo humano, desde sus formas de vida más primitiva, hasta las complejísimas de nuestros días, impresiona el hecho de que entre los hombres reunidos haya surgido el interés por la educación. Cuando se habla de toda educación debe ser transformadora, y todo modelo de enseñanza debe responder a la realidad del contexto social. Estamos viviendo una era de posmodernidad, no obstante, en medio del bullicio de esta época dominada por el individualismo, materialismo, hedonismo y el consumismo, la humanidad está completamente desorientada y nos exige responder a serie de retos, en lo que respecta a nuestra formación moral. Nuestros estudiantes viven al margen de todos estos cambios sociales, políticos, económicos, incluso religiosos, ellos se volvieron consumidores de la tecnología moderna, y así crearon una nueva moral, sexo, violencia, marginación, maltrato, etc. Ante esta realidad vale la pena hacer un diagnóstico sobre la formación de valores morales en los estudiantes, No cabe duda que ellos viven en una oscuridad de lo que son los valores, todos estos desordenes y las diversiones malsanas, los llevan a la decadencia moral. Por todo esto necesitamos nuevos modelos de educación.
En Bolivia se realizaron muchas reformas educativas, y todas fueron impuestas por organismos internacionales. Lo que a ellos les interesa es que la educación sea inmovilizadora, encubridora de verdades, y que sea del tipo funcionalista y útil para servir al sistema. Los gobiernos de turno tienen ideales de nuestros antepasados, para que nos impongan su forma de gobernar, debemos estar alertas frente a la astucia con que la ideología insinúa la neutralidad de la educación. Quieren imponer modelos para que los estudiantes cumplan las normas establecidas para el beneficio de los gobiernos.
Por ejemplo, la Ley de la Educación Avelino Siñani y Elizardo Perez, es un modelo educativo que se basa en saberes. Y una educación puramente cognoscitiva, no puede llamarse educación, así solo vamos a formar estudiantes egoístas, egocéntricos, envidiosos, individualistas, etc.