Pisoteo de la CPE es común entre las alas del “masismo”

Puntualizando que desde el desconocimiento de un referéndum que impedía la reelección de Evo Morales, hasta los fallos de un Tribunal Constitucional “autoprorrogado”, que opera según los intereses del actual régimen, son la prueba clara de que “el masismo” está acostumbrado a pisotear la Constitución, el senador por la agrupación Creemos, Erik Morón, aseguró que las dos alas del oficialismo están acostumbradas a pisotear la ley, lo que obliga a la oposición a no perder la perspectiva y la objetividad de su misión frente a la actual administración.
“No podemos decir que hoy pisotean la ley y ayer no lo hacían, es el común denominador del masismo, evistas y arcistas pisotean las leyes. Hay que dejarlo en claro, los masistas están mal acostumbrados a pisotear la Constitución Política del Estado”, aseguró el senador.
En criterio del asambleísta cruceño, en la actualidad, es el masismo el que determinó que no se lleven adelante las elecciones primarias, ni las elecciones judiciales, hasta que encuentren una solución a sus diferencias internas, con el serio peligro de que cuando esto ocurra, ya sea demasiado tarde para el país.
“Los masistas han tomado la decisión de que no van a haber elecciones primarias, han tomado la decisión de que no va a haber elecciones judiciales, son los que nos tienen hoy en día con colas en los bancos y con falta de dólares en las calles. Arcistas y evistas son los que nos tienen hoy en día con colas en los surtidores y sin combustibles, con más de 140 avasallamientos en el departamento de Santa Cruz, por lo tanto, cuando ellos solucionen sus problemas va a ser demasiado tarde”, indicó.
Anteriormente, el legislador cruceño se había referido al reciente fallo del Tribunal Constitucional con el que declaró nula la sesión de la Asamblea del pasado 6 de junio, dirigida por el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez; anulando también todos los actos de la misma, incluida la sanción del proyecto de ley 075 que cesa en sus funciones a los magistrados “autoprorrogados”, calificando esta acción como parte de una “ch´ampa guerra jurídica” entre las facciones del oficialismo.