El miércoles 26 de junio de 2024, hacia las 14:30, el general Juan José Zúñiga, junto con un grupo de militares y algunos carros blindados ligeros, tomó la Plaza Murillo de La Paz, con toda fluidez, sin interrumpir en ese momento de la tarde las actividades cotidianas en el entorno. Y luego −con ayuda de uno de los carros− abrió la puerta del antiguo Palacio de Gobierno para expresar, entre otras cosas, la molestia en las Fuerzas Armadas por los “ultrajes a la Patria”. Declaró, además, entre otros temas, que se iba a posesionar un nuevo gabinete y que ellos iban en contra del ministro de Defensa. La prensa relata que Zúñiga, en su encuentro con Arce en el pasillo del Palacio, habría pedido la destitución del ministro de Defensa, Edmundo Novillo, y habría otorgado 20 minutos para ejecutar el pedido.
La crisis económica
Ya en el debate público, diferentes actores van generando información que evidencia el preocupante comportamiento de las variables de la crisis económica (problemas monetarios, energéticos, mercado exterior, déficit fiscal, mercado interno, deuda pública, etc.).
Los problemas más graves de la crisis son la falta de dólares, combustibles y la caída en las exportaciones especialmente de gas, que no tienen perspectivas de solucionarse. Si bien ahora ya va ocurriendo de forma paulatina –sin importar cuanto lo niegue el Gobierno– en el futuro es de temer una devaluación de la moneda, fuerte y de hecho, que daría lugar a una hiperinflación.
Diferentes hechos pasados que reflejan las movilizaciones y demandas sociales en el plano económico confirman lo antes mencionado:
• Las movilizaciones motivadas por la falta dólares y demandas contra el sistema impositivo (especialmente de los gremiales).
• Las protestas y movilizaciones por falta de combustibles (especialmente del sector del transporte pesado).
• Las demandas y anuncios de movilización alrededor de la política de pensiones (con un rol relevante de médicos y profesores).
Otras medidas del Gobierno que han tenido también impacto en protestas y demandas sociales: anuncios de medidas respecto de propiedad privada pequeña, los proyectos de normativa antiterrorista, el uso de los fondos de jubilación para comprar bonos del Estado, entre otros. Estos temas son muy sensibles; y si bien aún no están movilizando todavía a sectores específicos, son temas que van acumulando descontento.
La crisis política
El Gobierno de manera general ha llegado a controlar directamente o a anular las instituciones de Estado y los grandes medios de comunicación. Sin embargo, la cercanía a las elecciones primarias y nacionales le generaron problemas para consolidar ese control de las instituciones del Estado, especialmente la Asamblea. (Juan Carlos Torrejon/EPA)