Uruguay sigue imponiendo respeto. En un partido duro, rudo, con poca brillantez, la Celeste de Marcelo Bielsa se cargó a una inoperante Estados Unidos (preocupante su falta de gol) y mete miedo en la Copa, con Argentina y Brasil, a la que puede enfrentarse incluso en cuartos, mirando de reojo a los uruguayos.
Fue una Uruguay sólida. Nada que ver con la que deslumbró ante Bolivia. Con Fede Valverde de nuevo como capitán, la Celeste se llevó el partido, pese a que la más necesitada era una USA que decepcionó… de nuevo.
Rozando la media hora de juego, empezaron los sucesos. Primero, en un choque entre Ronald Araújo y su homónimo Maxi, que acabó con éste golpeando el suelo con la cabeza. Se encendieron las alarmas y fue sustituido por Cristian Olivera (Los Ángeles FC).
Luego vino otro choque entre el meta Rochet y Balogun, con consecuencia, pues minutos después el bigoleador de USA fue cambiado por Pepi: y más tarde, una entrada de Ream a De la Cruz, cuyo final fue una clara ocasión fallada por Nández delante del arquero. Y, para terminar, le dieron un golpe con sangre en la nariz a Ronald. El choque se animaba a base de incidentes.
La segunda parte empezó con la necesidad de Estados Unidos de marcar para clasificarse. Panamá ganaba. Pero le empataron… Pero entonces llegó el 1-0 de Mathias Olivera en un gol que sólo el VAR creyó, pues visualmente parecía un claro ‘offside’. Misterios del VAR…
A partir de ahí, y con Panamá ganando de nuevo, se olía el drama de los anfitriones, cuya derrota es un fracaso de cara al Mundial que se viene en 2026. Y más sabiendo que Panamá ganó y se metió en cuartos. Doble fracaso. De ahí al final, EE.-UU. intentó tanto que se desesperó, muriendo de falta de puntería.
Uruguay, por su parte, se va a los cuartos con los nueve puntos en el bolsillo (como Argentina y Venezuela), y con la sensación de aspirar a todo, ser un equipo fuerte y con capacidad de reacción. Que tiemblen Brasil (posible rival en cuartos si mañana no gana a Colombia) y la Argentina de Messi.
(MARCA)