lunes, noviembre 18, 2024
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Actividades físicas y rendimiento académico

Delia Ramos Flores

La relación entre la actividad física y el rendimiento académico ha sido objeto de estudio durante décadas, y la evidencia respalda la idea de que mantenerse activo físicamente puede tener numerosos beneficios para el rendimiento en el ámbito educativo. Este resumen sondea algunas de las ventajas más destacadas de la actividad física en relación con el rendimiento académico.
Mejora de la función cognitiva: La actividad física regular está vinculada a mejoras en la función cognitiva, incluida la memoria, la atención y la capacidad de concentración. El ejercicio estimula la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que están asociados con la función cerebral y el estado de ánimo positivo. Esto puede traducirse en una mayor capacidad para procesar y retener información, lo que beneficia directamente el rendimiento académico.
Reducción del estrés y la ansiedad: El ejercicio físico es conocido por sus efectos positivos en la salud mental, incluida la reducción del estrés y la ansiedad. La actividad física libera endorfinas, que son neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y promueven sentimientos de bienestar. Al reducir el estrés y la ansiedad, los estudiantes pueden experimentar una mejora en su estado de ánimo y una mayor capacidad para enfrentar desafíos académicos.
Mejora del sueño: La actividad física regular también está asociada con una mejor calidad del sueño. El ejercicio puede ayudar a regular los ciclos de sueño-vigilia, promoviendo un sueño más profundo y reparador. Un buen descanso es fundamental para el rendimiento académico, ya que contribuye a la consolidación de la memoria y al funcionamiento cognitivo óptimo.
Fomento de hábitos saludables: Participar en actividad física regular promueve hábitos de vida saludables en general. Esto incluye una dieta equilibrada, una hidratación adecuada y la reducción de comportamientos sedentarios, como pasar largas horas frente a pantallas. Estos hábitos saludables pueden tener un impacto positivo en el bienestar general de los estudiantes, lo que a su vez puede beneficiar su rendimiento académico.
En conclusión, la actividad física regular puede ser un componente importante para mejorar el rendimiento académico al mejorar la función cognitiva, reducir el estrés y la ansiedad, promover un sueño de calidad y fomentar hábitos saludables en general. Al incorporar la actividad física en la rutina diaria, los estudiantes pueden experimentar una mejora significativa en su desempeño académico y en su bienestar general.

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