Queridos lectores y amantes de la buena cocina, el mes de julio nos trae días más fríos y momentos perfectos para disfrutar de comidas reconfortantes en buena compañía. Hoy les presento una receta que ha perdurado a través del tiempo y que es un verdadero tesoro de la cocina tradicional: el Caldo de Patitas de Cerdo. Este plato no solo es una delicia para el paladar, sino que también es un reflejo de la riqueza cultural y culinaria de Latinoamérica.
El cerdo, conocido científicamente como Sus scrofa domesticus, es uno de los animales domesticados más antiguos y versátiles. Su origen se remonta hace más de 9.000 años en Medio Oriente y Asia. Con el tiempo, su cría y consumo se extendieron a Europa y, finalmente, a América durante la época de la colonización. En Latinoamérica, el cerdo se adaptó maravillosamente a las diversas culturas y climas, convirtiéndose en un componente esencial de numerosas recetas tradicionales.
Los caldos son preparaciones líquidas obtenidas a partir de la cocción prolongada de ingredientes como carnes, huesos y vegetales. Este método de cocción no solo extrae los nutrientes y sabores esenciales de los ingredientes, sino que también crea una base perfecta para una variedad de platos. La historia de los caldos es tan antigua como la propia cocina. Desde las primeras civilizaciones, los caldos han sido apreciados por sus propiedades nutritivas y curativas, así como por su capacidad para conservar alimentos en forma líquida.
Y ahora queridos lectores nos preguntamos ¿cuál es la diferencia entre caldo, sopa, consomé y cazuela?
Aunque a menudo se utilizan indistintamente, existen diferencias sutiles, pero importantes entre caldo, sopa, consomé y cazuela:
Caldo: Es el líquido resultante de hervir ingredientes como carnes, huesos y verduras. Es la base de muchas sopas y salsas.
Sopa: Se refiere a un plato más completo que incluye el caldo junto con trozos de carne, verduras, pasta o arroz.
Consomé: Es un caldo claro y concentrado, resultado de la clarificación del caldo mediante técnicas especiales para eliminar impurezas.
Cazuela: Es una sopa espesa o guiso, generalmente preparado en una cazuela de barro, que incluye una variedad de ingredientes como carnes, vegetales, y a menudo legumbres o cereales.
En Latinoamérica, los caldos son una parte integral de la dieta diaria y se disfrutan en diversas formas. Desde el caldo de gallina en Perú, el Chairo en Bolivia, hasta el caldo tlalpeño en México, cada país tiene sus propias versiones, ricas en historia y sabor. El caldo de patitas de cerdo es especialmente popular en países como Ecuador, Colombia, Bolivia y México, donde se aprecia por su sabor robusto y sus beneficios nutricionales.
Este plato no solo nutre el cuerpo, sino que también evoca recuerdos de hogar y tradición, un caldo que puedes disfrutar en mi Restaurante Capsicum Comida Reconfortante en la fría ciudad de La Paz. En muchos hogares latinoamericanos, un buen caldo de patitas de cerdo es sinónimo de cuidado y cariño, preparado con esmero por abuelas y madres que transmiten sus secretos culinarios de generación en generación.
Así que, con el inicio de julio, los invito a descubrir y disfrutar de esta receta clásica. Sumérjanse en la rica historia y tradición de la cocina latinoamericana mientras saborean cada cucharada de este reconfortante caldo.
¡Vamos a cocinar y celebrar el mes de julio con el corazón y el estómago llenos de alegría, buen provecho!
CALDO DE PATITAS DE CERDO
Ingredientes:
2 patas de cerdo, limpias y cortadas en trozos
1 u. cebolla grande, picada
3 u. dientes de ajo, picados
2 u. zanahorias, peladas y en rodajas
2 ramas de apio, picadas
1 u. papa grande, pelada y en cubos
1 u. mazorca de maíz, en trozos (opcional)
1 u. pimiento verde, picado
1 u. tomate, picado
1 taza de repollo, en tiras
1 rama de cilantro fresco
1 rama de perejil fresco
1 hoja de laurel
1 cucharada de orégano
Sal y pimienta al gusto
Aceite vegetal
8 tazas de agua
Preparación:
Limpiar bien las patas de cerdo, retirando cualquier residuo y lavándolas con agua. Puede blanquearlas brevemente en agua hirviendo durante unos minutos para eliminar impurezas adicionales. Luego, enjuagarlas con agua fría.
En una olla grande, colocar las patas de cerdo y cubrirlas con agua fría. Llevar a ebullición y cocinar a fuego medio durante aproximadamente 1 hora o hasta que estén tiernas. Retirar la espuma que se forme en la superficie durante la cocción.
En una sartén grande, calentar un poco de aceite vegetal a fuego medio. Agregar la cebolla, el ajo, el pimiento verde y el tomate. Sofreír hasta que las verduras estén tiernas y fragantes, unos 5-7 minutos.
Una vez que las patas de cerdo estén tiernas, agregar el sofrito a la olla junto con las zanahorias, el apio, la papa, la mazorca de maíz (si la usas) y el repollo.
Añadir la hoja de laurel, el orégano, el cilantro y el perejil. Sazonar con sal y pimienta al gusto.
Verter las 8 tazas de agua en la olla. Llevar todo a ebullición, luego reducir el fuego y dejar cocinar a fuego lento durante unos 45 minutos a 1 hora, o hasta que las verduras estén completamente cocidas y el caldo haya absorbido todos los sabores.
Probar y ajustar la sazón si es necesario. Retirar la hoja de laurel antes de servir.
Servir:
Servir el caldo caliente, asegurándose de incluir un poco de cada ingrediente en cada porción. Acompañar con tortillas, pan o arroz, según su preferencia.
Este caldo es ideal para días fríos o cuando necesiten un plato reconfortante y nutritivo.
¡Buen provecho!
Queridos lectores hasta la próxima cucharada de sabiduría gastronómica y no olviden que:
“La gastronomía hecha con amor, física, química y biológicamente sabe mejor”
Chef Franz R. Arandia Belmonte
Gastrónomo Profesional e Investigador Gastronómico
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