Asegurando que el país enfrenta una crisis institucional terminal, generada por el Movimiento al Socialismo (MAS) y una parte de la oposición que es funcional al poder, la diputada por la agrupación Creemos, María Rene Álvarez, aseguro que los constantes “golpes” contra el Órgano Legislativo y el deterioro de la institucionalidad solo se resolverán cuando el masismo deje el poder.
“Bolivia enfrenta una crisis institucional terminal generada por el MAS y que alguna oposición funcional no vio en esa magnitud” afirmó la legisladora representante de la Chiquitanía.
Ante una nueva paralización en el proceso de preselección para los comicios judiciales, Álvarez afirmó que los pactos y acuerdos sin consensos entre una facción del oficialismo y parte de la oposición, solo sirvió para dar tiempo al Ejecutivo para que coordine con sus operadores en el Órgano Judicial y avale a los magistrados ilegalmente prorrogados y con ello se ataque nuevamente al Legislativo, en desmedro a la labor de la labor y las atribuciones del Parlamento.
Afirmó que el último caso de esta coordinación entre el poder político y una justicia servil al mismo, es precisamente el fallo de una jueza de Beni con el que se volvió a paralizar el proceso de preselección para las Judiciales.
En relación a los ocurrido en plaza Murillo el pasado 26 de junio, la legisladora de oposición se sumó a los criterios que apuntan a que todo se trató de un “montaje burdo” que el país conoce y que la comunidad internacional ya comienza a reconocer.
Por lo expuesto, Álvarez sostuvo que lo que ocurre en la relación de poderes en Bolivia, se trata de “un golpe constante contra el Órgano Legislativo y el deterioro de la institucionalidad, mismos que solo se resolverán cuando el MAS deje el poder.