Al hablar de los vicios que “paralizan” a la humanidad, el obispo auxiliar de La Paz, Pedro Fuentes, enfatizó que el poder es una enfermedad y una forma de ceguera que no permite liberarse con la verdad, por lo que exhortó a la población a enfrentar la crisis actual con fe y esperanza.
“Muchos en la vida están paralizados por el alcohol, las drogas y por otros vicios. Hay también otra enfermedad que se llama poder. ¡Y cómo nos gusta el poder! Hasta nos inventamos cosas para aferrarnos al poder, ¿sí o no? Esa es una enfermedad, hermanos, esa es una ceguera”, sentenció ayer durante su homilía dominical en la Basílica Menor de San Francisco de La Paz.
Fuentes criticó que la clase política se beneficia a sí misma usando términos como “el pueblo” o “los pobres” para sus intereses personales, por lo que exhortó a la población apelar por la conciencia individual al momento de obrar en contra de la moral, dado que “la fe en Dios puede sanar nuestro corazón”.
La homilía del prelado giró en torno a que la gente es libre de escoger creer o no creer en Dios, bajo la idea de que la conciencia es quien juzgará su accionar. “Ya lo digo, como lo que nos dice la primera lectura: aquellos que quieran creer, que crean; aquellos que no quieren creer, que no crean. Pero en el fondo de su corazón, porque todos tenemos conciencia, sabemos si estamos haciendo bien o mal”.
ESCLAVOS DE LA MENTIRA
El Pontífice reflexionó sobre cómo la palabra de Dios, aunque suele ser escuchada por la población, no logra incidir ni penetrar en su vida cotidiana. En tal sentido, impulsó a difundir y predicar la verdad ante los demás, sin importar si estos prefieren seguir siendo “esclavos de la mentira”.
Fuentes recalcó que es importante aprender a amar a la comunidad y no solo a la familia o los círculos cercanos, así como reconocer a Dios aunque las cosas no salgan bien, pues un verdadero cristiano “no escapa a los problemas”, sino los afronta con fe, esperanza y amor.
“Tantas cosas que pasan en nuestra Bolivia, en nuestro mundo, en nuestras sociedades (como la) violencia, asesinatos, narcotráfico, tantas cosas que deberían muchas veces darnos la tendencia a deprimirnos, a ser pesimistas. No. Somos fuertes porque creemos en Dios”, expresó.