Fin de la libertad de expresión confirma dictadura en Bolivia

El abogado Jorge Valda, ratificó que Bolivia es una dictadura luego de que la libertad de expresión, una de las últimas libertades que se ejercía en el país, haya quedado extinta, en referencia a que el periodista y abogado Virginio Lema, fuera demandado penalmente por el Banco Central de Bolivia (BCB), por supuestamente difundir información falsa.
Para Valda, el hecho de que el BCB pretenda acallar a cualquier persona que diga que la crisis es inminente, a través de la justicia penal con una denuncia “sin fundamentos”, es un abuso que solo puede llamarse vivir en dictadura, pues “la libertad de expresión acaba de desaparecer”.
El jurista, quien informó también sobre la detención de un activista de derechos humanos, subrayó ayer que la situación de DDHH en Bolivia es “crítica” porque, al margen de estos hechos, en una misma semana se encarceló a los líderes de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC) y se allanó el domicilio de la defensora de derechos, Caterina Antezana, esposa del militar Tomás Peña y Lillo, buscado por el supuesto “golpe fallido”.
Lema, mediante un video publicado en sus redes sociales, denuncia un comunicado del BCB en el que se anuncia la impresión de 18 mil millones de bolivianos, un equivalente a casi el 30% de la divisa circulante actual, licitación a la que el Gobierno destinó nada menos que 25,9 millones de dólares.
Debido a ello, el BCB presentó una denuncia penal en contra de Lema tras considerar su accionar como “malicioso y tendencioso que no solamente lesiona la imagen del BCB, sino que genera una zozobra en la sociedad” al difundir “información falsa” y “especular”.
Valda explicó que el derecho a la libertad de expresión está establecido en la Constitución Política del Estado (CPE) y que permite ejercer el control social, consistente en criticar los actos de la función pública como Lema, según el jurista, hizo en pleno ejercicio no solo de su profesión, sino como cualquier ciudadano.
Lema, por su parte, aseguró que esta denuncia en su contra, por parte del banco del Estado, demuestra que Bolivia vive en una dictadura disfrazada de democracia.