En estas Fiestas Julias, presentamos algunas remembranzas de la Plaza Alonso de Mendoza, en cuya parte central se encuentra el monumento a dicho personaje, fundador de la ciudad de La Paz, en la Zona Churubamba.
Como sorateño, entre los años 1947 al 1951, venía de Sorata a La Paz, en los camiones de los hermanos Faustino y Alberto Zapata, ilabaeños, que contaban con su agencia en la Buenos Aires y tenían un camión International KB 7, muy limpio. También había el camión de Samuel Sanjinés, ilabaeño, que tenía su agencia en la Tumusla, cerca de la Isaac Tamayo, con su camión GMC. Del paceño Jurado, que tenía su agencia en la Graneros, cerca de la Figueroa, su camión era marca Mack, con su perro encima del motor.
Llegando a La Paz, solía alojarme en el “Tambo Quirquincho”, de la Plaza Alonso de Mendoza, generalmente en la habitación número 7, con un balcón, con visión hacia la calle Evaristo Valle. El concesionario del “Tambo Quirquincho” se llamaba Luis Mérida y tenía su oficina en el zaguán (pasillo de entrada) del alojamiento, cuya puerta de ingreso era por la Evaristo Valle. La portera que dotaba las habitaciones era doña Eustaquia. Las tiendas del Tambo Quirquincho de abajo hacia arriba, en la Evaristo Valle, eran ocupadas por una farmacia, más arriba había una tienda de abarrotes “del peruano” y finalmente más arriba estaba el restaurante “Trébol”.
Al frente del “Tambo Quirquincho” se encontraba el “Alojamiento 25 de Mayo”, donde solía hospedarse el sorateño Emilio Loza Prudencio, (“el roto”), quien trabajó de joven en la Mina Chuquicamata de Chile. Más abajo del “25 de Mayo” estaba “El Gran Hotel”. En estos dos últimos estaba prohibido el ingreso de mujeres de pollera.
En el patio del “Tambo Quirquincho”, en los fines de semana funcionaba un local popular de fiestas encarpado, donde amenizaban orquestas como la de Fermín Barrionuevo. El local se llamaba “Suma Aruma” o “Sumaruma”, cuya traducción al castellano significa “Linda Noche”. En este local se escuchaba el canto de los parroquianos, dedicado a este salón de fiestas, que decía “Sumaruma…”.
Al lado de “El Gran Hotel” había el restaurante “La Orureña”. Al frente estaba la “Cafetería La Florentina”. En la esquina de la calle Chuquisaca con la Plaza Alonso de Mendoza, había la “Confitería de Osinaga”, donde uno podía servirse un “lunch”, que consistía en un escabeche de cebollas, ají, carnes frías, aceitunas, tomate, pan (todo conformaba un plato). En el ex mercado Lanza, uno podía servirse un platito de “choka” (pato andino), además api con llauchas y comida criolla.
Del balcón de la habitación número 7, pude observar el 21 de marzo de 1952, la llegada de los restos de don Eduardo Abaroa Hidalgo, debido a su repatriación de Chile.
En la década de 1940, en la calle Chuquisaca se podía observar ya cerrado o clausurado el Teatro Mignon, que otrora era uno de los mejores teatros. En la parte baja del Mercado Lanza, lo que era “bomberos”, allí se podía observar “lucha libre” …
Se podía degustar un platito de costillar, en el restaurante “El Caballero” (de un cochabambino) que se ubicaba en la calle que bajaba de la Plaza hacia la Montes, donde ahora está el TAM.
En la Avenida Montes, se podía observar al río Choqueyapu, que no estaba embovedado, donde se acostumbraba a depositar basura. De paseo por la calle Loayza, se pudo observar por primera vez, al tranvía.
Se solían realizar muchos matrimonios en la Iglesia San Sebastián, ubicada en plena Plaza, aduciendo que traía buena suerte. Además, en dicha Plaza había una parada de taxis. En la esquina de la calle Inca con la Plaza Alonso de Mendoza, se hallaba la barraca “Illampu”, de los eminentes sorateños don Julio Botello Núñez y su esposa Betzabé Loza, vecinos que luego serían muy conocidos en la Plaza.
Y no se podía visitar la ciudad de La Paz, sin tomarse una fotografía en la calle Comercio, en los estudios Gismondi. Y si no se tenía mucho dinero, uno podía tomarse una foto tamaño carnet, con los fotógrafos ambulantes de la Plaza Alonso de Mendoza. Años después me tomé algunas fotos tamaño carnet para mi tarjeta de habilitación, para poder jugar en la “categoría infantil” del equipo Municipal, en el “Seminario San Jerónimo” de la Avenida Armentia, a donde llegaron quienes serían jugadores famosos de fútbol, como Rolando Vargas (de The Strongest), René Rada Calderón (de Bolívar y el número 8 de la Selección de Futbol de Bolivia), Jorge Tapia (de The Strongest, fallecido en Viloco) y otros…
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