Bolivia registró el trabajo informal más alto en 2023, tanto a nivel regional como internacional, con un 80,8%; es decir, solo dos de cada 10 trabajadores tienen en un empleo formal. Sin embargo, el 2022, el dato era del 84,5%, donde por sexo, se observó una tasa de informalidad del 82,7% en los hombres y del 86,5% en las mujeres.
Se estima que si solo se tomaría en cuenta a los empleados formales, del sector público y privado, con contratos registrados en el Ministerio de Trabajo, además de tener beneficios sociales, cobertura de salud, estabilidad laboral (ítem), otros, solo un 5% de la fuerza laboral de Bolivia tendría un empleo formal y de calidad. Después de la pandemia ha caído drásticamente la calidad del empleo, miles de personas están en la informalidad, sin derechos laborales a su favor.
Mientras tanto, el Gobierno prefiere hablar de desocupados y ocupados, que al final siguen siendo informales y con inestabilidad laboral, ya que dependen del día a día para cubrir sus gastos de la familia.
Un estudio realizado por el economista y ex director del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, señala que el mayor número de informales son mujeres en comparación con los hombres.
Mientras, el economista Gonzalo Chávez, indicó, en sus redes sociales, que el trabajo que tienen las personas en el sector informal es de sobrevivencia, pues no cuentan con todas las prestaciones sociales que señala la normativa laboral.
Y ante la falta de fuentes de trabajo formales y el número creciente de nuevos profesionales que buscan ingresar al mercado laboral, el Gobierno impulsa una normativa en la Ley de Pensiones, como obligar la jubilación a los 65 años, con excepción de los políticos.
Ese planteamiento fue criticado por los economistas, pues señalan que la propuesta nace ante la falta de capacidad de crear empleos a través del mercado a la inversión privada.
Mientras el discurso de la creación de industrias, solo apuntan a crear trabajo para sus militantes, dejando a profesionales y al resto de la población económicamente activa y en edad de trabajar fuera de los planes gubernamentales.