* Kelly G. Mundarain
En las redes sociales se distinguen por su baile profesional y es que Jhonatan y Jane crean coreografías que nos permiten apreciar la sensualidad de la salsa y la bachata. Por supuesto que nos surgieron muchas dudas acerca de cómo fue posible alcanzar el éxito en Corea del Sur, un país que tiene un fuerte apego por el kpop. Recuerdo haber recorrido el “Olympic Main Stadium”, un estadio que puede albergar a alrededor de 70.000 personas, y al que llega un público masivo que asiste a los conciertos de sus “idols», pero esto es contenido para otra edición.
La JDC Academy de Jhonatan Jiménez está ubicada en 636-18 Yeoksam-dong Gangnam-gu Seoul y ofrece clases a todo público, pero quienes más lo visitan son los jóvenes entre los 20 y 35 años aproximadamente, que llegan con gran predisposición para superar el estrés diario e incluso la depresión. Jhonatan indica que poder contagiar la alegría latina es una terapia muy importante.
Es bailarín profesional, oriundo de Bucaramanga, Colombia y aunque su viaje inició cuando fue a Estados Unidos, nos cuenta: “Yo llegué a Corea en 2017 y en 2018 hice una producción llamada Dancing with your Soul, que ya había presentado en Los Ángeles, Miami, New York, Portland, San Diego, San Francisco, Oregón, Washington, Seattle, París, Barcelona, Madrid, Vietnam y Filipinas, en la que trato que personas normales cumplan con su sueño de bailar como si fuesen profesionales. Para eso invité a cantantes, artistas del kpop y bailarines. Al principio fue muy difícil. La cultura del kpop en Corea es muy grande y la cultura latina en esa época no era muy bien recibida, porque nadie sabía qué era la salsa o la bachata y todo el mundo se preguntaba: ¿De qué trata esto? Pero gracias a Dios nos fue bien, tuvimos el apoyo de varios artistas en Corea y pudimos hacer el evento, que fue bastante exitoso, en un teatro de la ciudad de Gyeonggi y Donghae. Este gran sueño de traer la cultura latina a Corea del Sur la he podido realizar gracias a Dios”.
JDC Academy está especializada en ritmos latinos que incluyen Salsa, Bachata, Merengue, Cumbia, Reguetón, Mapalé, Puya y Jarabe Tapatío, entre otros, que han tenido que aprender para poder representar la cultura latina en su máxima expresión. “Es una experiencia muy bonita, porque cuando empecé acá estaba en un sótano, donde tenían instrumentos y vestuarios. El lugar estaba abandonado, hablé con el dueño para tomar el arriendo porque era muy económico y empecé ahí con tres estudiantes. Llevaba meses enseñando sin pareja de baile, pero a los 4 meses conocí a Jane Sung (coreana), ella empezó de cero como mi estudiante, y ya llevamos bailando juntos 6 años. Jane llegó a mi academia interesada en aprender la cultura latina, ya que un amigo latino que había escuchado de las clases la invitó, y gracias a Dios llegó como un ángel para mí, por la barrera del idioma, porque mi coreano no es muy bueno, es un nivel normal y en ese sentido el apoyo de Jane ha sido muy grande. Ella creyó, se enamoró y aprendió del proyecto y, gracias a Dios, hemos crecido juntos bailando y haciendo muchas cosas”.
En cuanto a sus participaciones artísticas, han asistido a decenas de festivales, para lo que han tenido que adaptar de acuerdo a las solicitudes de los patrocinios, ya que los organizadores son embajadas y entidades de gobierno local que han establecido una pauta para que puedan involucrarse y mostrar a la población, tanto local como visitante, los candentes ritmos latinoamericanos. Entre los países que han podido representar están Colombia, México, República Dominicana y Perú. “Corea tiene algo muy lindo, y es que ellos apoyan mucho la parte cultural, el deporte, y los gobiernos de cada lugar como que siempre están en pro de apoyar y realizan muchas actividades. Por esa razón hemos estado en muchos festivales, en ciudades como Busan, Seúl, Daegu, Hongdae, Songdo, Ulsan, Chuncheon, Goyan, Jeju Island y Wonju. Tenemos el apoyo de muchas embajadas, como las de Colombia, México, República Dominicana y por medio de ellas hemos llevado la cultura del baile. Seúl es la capital de los negocios en Asia, por esa razón tiene muchos eventos de flores y café. Gracias a ese movimiento y que la gente siempre quiere mostrar la cultura latina, hemos tenido invitaciones y ha sido muy bonita la experiencia”, destacó.
La salsa y la bachata eran las novedades que intrigaban a quienes buscaban algo diferente para poder desarrollar en su cotidianidad. Por esta razón, hace 6 años Jhonatan aún no se imaginaba si su reciente emprendimiento tendría alguna probabilidad de éxito. La JDC Academy enseña actualmente los martes, jueves y sábados salsa, bachata y otros ritmos, como el merengue, con pasos y movimientos coreográficos que hacen que los coreanos se sumerjan en el mundo latino. Por eso manifiesta: “Me gustaría animar a la cultura latina, a los artistas, actores, cantantes y personas del rubro de la gastronomía, porque hay una gran oportunidad para nosotros los latinos para emprender aquí y el Gobierno está apoyando a las personas que desean venir a hacer cosas positivas a Corea”.
* Kelly G. Mundarain es periodista, corresponsal en Corea del Sur.