Uno de los elementos del sistema de democrático de gobierno y ahora de vida, es la facultad de los ciudadanos de poder elegir a sus gobernantes y cómo quieren ser gobernados. Es la doctrina del sufragio, considerada como el mecanismo precisamente para que los individuos ejerzan este su derecho. Esta doctrina constituye el Derecho Electoral, como parte de la Ciencia Jurídica.
Cada cierto tiempo, los individuos son convocados para elegir a sus gobernantes, pues otro de los principios de la democracia es la alternabilidad en el ejercicio del poder del Estado. Pero esta consulta a los ciudadanos, para que expresen su voluntad en elecciones, debe ser absolutamente libre, sin trabas, condicionamientos, presiones o cualquier medida que altere la voluntad del ciudadano. En caso contrario, esas elecciones son nulas, pues todo ejercicio de derechos del individuo, debe ser libre. Si es coaccionada su voluntad, ese acto es nulo o anulable si existieren vicios en su desarrollo.
El sufragio es una forma de opinión pública, solo que está normada para ciertos fines determinados y de carácter eminentemente político, pues tiene que ver con la organización del poder político de un Estado. A través del sufragio, como señala la Filosofía Política, el pueblo participa en la conformación del poder político, el que resulta de la expresión libre de su voluntad, lo que da legitimidad y señala un rumbo a los que van a ejercer el poder delegado por la decisión ciudadana.
En los regímenes autoritarios y dictatoriales, se realizan con cierta periodicidad elecciones, pero se elige a candidatos únicos, de entre los mismos individuos que ejercen el poder, pues no dan opciones de otras corrientes de pensamiento o las elecciones son amañadas de tal suerte que siempre gana el dictador o su candidato. Elecciones que no reflejan la verdadera voluntad ciudadana y menos resulta una consulta sobre las tendencias de pensamiento, pues no olvidemos que el ser humano por su intelecto, puede y debe elegir entre opciones no solo de individuos, sino de corrientes de pensamiento.
Este día 28 se realizarán elecciones en Venezuela, luego de largo tiempo de un régimen autoritario, que ha desmantelado el orden democrático, cuyo único respaldo es la fuerza del poder y el aparato militar convertido en milicia al servicio del régimen. Millones de venezolanos han dejado su país, para buscar mejores condiciones de vida, pues en el que fuera uno de los países más ricos de Latinoamérica, se ha desatado un cuadro de pobreza, abandono y miseria, en medio de una política represiva sobre la sociedad.
En su desarrollo las elecciones en Venezuela han estado afectadas por trabas de todo tipo, comenzando por vetar a los candidatos de oposición, con mayor respaldo y simpatías, de tal manera que tuvieron que pasar la candidatura de oposición a otros; fueron atacadas las caravanas de campaña opositora, llegando al absurdo de sancionar a los hoteles o restaurantes que atendieron a los opositores en campaña. El absurdo autoritario, se ha dado cuando el candidato oficial para reelegirse, amenazó con desatar una guerra civil si el pueblo no le da su voto. Este hecho ya inviabiliza un evento libre, pues las amenazas desde el poder, resultan presiones intolerables.
Los ojos del mundo libre están sobre el acto electoral del día 28 de julio, que podría dar un nuevo rumbo a la sociedad venezolana o persistir en un régimen de gobierno autoritario y dictatorial que hiere la tradición democrática de los pueblos americanos, desde su independencia, tradición que fue sostenida y exaltada por el Libertador Simón Bolívar, que nos legó una doctrina de libertad, como es la democracia, pues no olvidemos que sin libertad no hay democracia.
La Revolución mexicana estableció una sentencia: “democracia efectiva no es reelección”.
El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.