El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró ayer una moratoria de 18 meses contra la deportación forzada de ciudadanos libaneses residentes en ese país debido a la grave situación de seguridad en Líbano por los enfrentamientos entre Israel y las milicias chiíes de Hezbolá en el marco de la guerra de Gaza.
La moratoria comprende ciertas excepciones –como aquellos libaneses sujetos a órdenes de extradición o que representen una amenaza a la seguridad de EEUU– pero, por lo general, Biden entiende que las condiciones humanitarias en el sur de Líbano se han deteriorado hasta tal punto que es necesario emitir esta moratoria.
Según Hezbolá y fuentes del Gobierno libanés libaneses, los ataques israelíes desde el 7 de octubre han matado a más de 300 miembros de Hezbolá y a unos 80 civiles. Los ataques desde Líbano contra Israel han matado aproximadamente a una veintena de soldados israelíes y a más de una decena de civiles, según el ejército israelí.
«Al mismo tiempo que sigo centrado en rebajar las tensiones y mejorar la situación humanitaria, la realidad es que muchos civiles siguen en peligro; por lo tanto, doy orden de aplazar la deportación de ciertos ciudadanos libaneses presentes en Estados Unidos», hizo saber Biden en un comunicado.
El presidente, además, ordenó al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que tome las medidas adecuadas para autorizar el empleo de libaneses cuya deportación haya sido aplazada y conceda facilidades especiales a los estudiantes afectados por esta medida. (Europa Press)