El Ejército de Israel ha bombardeado de forma simultánea siete regiones del interior y el sur del Líbano en respuesta al ataque de este sábado en la ciudad de Majdal Shams, en los Altos del Golán sirios ocupados por Israel, donde han muerto al menos 12 personas, en su mayoría niños y adolescentes.
Israel acusa a la organización chií libanesa Hizbulá. Esta, por su parte, ha reconocido haber bombardeado bases israelíes en los Altos del Golán, pero sigue negando su implicación en el bombardeo en Majdal Shams, y el Gobierno libanés le cree. Sin embargo, Estados Unidos ha apoyado la versión de Israel.
La situación hace temer que el enfrentamiento que mantienen Israel y Hizbulá desde que comenzara la operación militar israelí sobre Gaza, el pasado 7 de octubre, escale y se extienda a Líbano y a otros países de la región.
En el aeropuerto de Beirut se han cancelado varios vuelos por temor a un ataque israelí. Lufthansa y Eurowings han cancelado tres vuelos a Beirut programados para el lunes por la tarde, mientras que Turkish Airlines ha hecho lo mismo con dos, al igual que SunExpress, Aegean Airlines y Ethiopian Air.
BOMBARDEO DE REPRESALIA
Los ataques israelíes se han dirigido contra las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka’a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, según un comunicado castrense. «Durante la noche, la IAF atacó una serie de objetivos terroristas de Hezbolá tanto en el interior del territorio libanés como en el sur del Líbano, incluidos depósitos de armas e infraestructuras terroristas en las zonas de Chabriha, Borj El Chmali y Beqaa, Kfarkela, Rab El Thalathine, Khiam y Tayr Harfa», ha comunicado el Ejército.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) ha confirmado que aviones de combate de Israel han atacado varias localidades, «registrando importantes daños materiales y heridos entre los vecinos», sin aportar más detalles. Además, Hizbulá y otros grupos proiraníes están evacuando posiciones en algunos puntos de Siria ante un posible ataque israelí, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
AUTORIZA A NETANYAHU A TOMAR MEDIDAS
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de vuelta en el país tras su viaje a Estados Unidos, ha convocado una reunión del gabinete de seguridad para evaluar la situación. El gabinete ha autorizado a Netanyahu a tomar las medidas que considere oportunas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí atribuye el ataque a Hizbulá y le acusa de «haber traspasado todas las líneas rojas». «La masacre constituye el cruce de todas las líneas rojas por parte de Hizbulá. No se trata de un ejército que lucha contra otro Ejército; sino de una organización terrorista que ataca deliberadamente contra civiles. Israel ejercerá su derecho y su deber de actuar en defensa propia y responderá a la matanza», ha aseverado el ministerio israelí, que ha asegurado que el cohete lanzado es un Falag 1 con 53 kilos de carga explosiva de fabricación iraní y el grupo libanés cuenta con él entre su arsenal.
El Líbano pide una investigación sobre el ataque al campo de fútbol
El ministro de Exteriores libanés, Abdalá Bou Habib, ha descartado que Hizbulá lanzara de forma intencionada el ataque, ya que, según ha expresado en un comunicado, «desde el inicio del conflicto no ha disparado contra sitios civiles, sino contra posiciones militares».
El ministro ha planteado otros escenarios como que este ataque «fuera obra de otras organizaciones, un error israelí o un error de Hizbulá» y ha pedido abrir una investigación internacional para esclarecer lo sucedido. Asimismo ha advertido de que «un ataque total por Israel contra el Líbano provocaría el deterioro de la situación en la región y el estallido de una guerra regional».
Irán ha advertido a Israel de las «consecuencias imprevisibles» de nuevas «aventuras» militares en el Líbano. «Cualquier acción (…) por parte del régimen sionista puede conducir a un empeoramiento de la inestabilidad, la inseguridad y la guerra en la región», ha afirmado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani.
Israel, por su parte, ha rechazado estas palabras y ha asegurado que es el momento para que el mundo responsabilice «plenamente a Irán y a sus aliados» de sus actos, señalando a Hizbulá, Hamás y los rebeldes hutíes de Yemen, que el pasado fin de semana atacaron Tel Aviv causando un muerto. «Hizbulá, el brazo largo de Irán, dirigió su fuego contra una población civil. Hizbulá no distingue entre judíos y no judíos, y su objetivo es matar a ciudadanos israelíes, sean quienes sean», subrayó.
Según Israel, la forma de evitar una guerra a gran escala, que «sería devastadora para el Líbano», es obligar a Hizbulá a implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que desmilitariza la línea azul de separación entre Israel y Líbano. «Ahora es el último minuto para hacerlo diplomáticamente», ha indicado el ministerio de Exteriores israelí.
Ataque más mortífero en la frontera desde el comienzo de la guerra
La caída del cohete, además de los fallecidos, también ha dejado cerca de una treintena de heridos, seis de ellos en estado grave, diez heridos leves y varias víctimas con síntomas de ansiedad, según ha confirmado el servicio de emergencias israelí Magen David Amon (MDA). El lanzamiento se producía tan solo unas horas después de que se conociera que Israel había matado al menos a 30 personas en una escuela en Gaza, territorio del que Hizbulá es aliado, y ordenara nuevas evacuaciones de Jan Yunis.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, que se ha cobrado la vida de unas 565 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 350 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria; además de un centenar de civiles.
En el norte de Israel han muerto 46 personas, 22 militares y 24 civiles, desde el 7 de octubre, a los que hay que sumar las víctimas del ataque a Majdal Shams.
Mientras, el conflicto ha dejado más de 39.324 muertos y 90.830 heridos en Gaza por los ataques israelíes, según cifras del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás. De ellos, 66 han muerto y 200 han resultado heridos en las últimas 24 horas. En esta jornada, el Ejército israelí ha ordenado la evacuación de parte del campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza, hacia la zona costera de Mawasi, ubicada en el suroeste del enclave.
La ONU pide a Israel y Hizbulá la «máxima moderación»
Los nuevos ataques han reavivado los temores constantes a otra guerra abierta en la zona. En este sentido, la ONU ha instado tanto al Gobierno de Israel como a Hizbulá a que ejerzan «la máxima moderación» para evitar que la región quede sumida «en una catástrofe increíble».
«Instamos a las partes a ejercer la máxima moderación y poner fin a los actuales intercambios de disparos intensificados. Podría provocar una conflagración más amplia que sumiría a toda la región en una catástrofe increíble», dice un mensaje colgado por la misión de la ONU en el Líbano (FINUL). «Deploramos la muerte de civiles —niños pequeños y adolescentes— en Majdal Shams. Los civiles deben estar protegidos en todo momento», ha añadido.
El Gobierno de España ha condenado el ataque contra la población drusa de Majdal Shams. «Expresamos nuestra condena al ataque de este sábado en Majdal Shams contra un campo de fútbol», ha hecho saber el Ministerio de Exteriores en un comunicado publicado en redes sociales. En esta línea también se han expresado países como Alemania, Francia e Italia y han mostrado su preocupación por una escalada del conflicto en la zona. (RTVE)