Lo adecuado es que al terminar un curso, cualquiera fuese el nivel, se le extienda al estudiante un documento –certificado, diploma– que avala la culminación de dichos estudios, el cual cumple con una meta trazada, y las celebraciones tradicionales, etc.
Diferentes tipos de certificado, firmas de autoridades, registros, fechas, logo de la institución y el título que en el mundo universitario reflejan los diferentes grados académicos.
Hasta aquí todo bien, lo tradicional con algunas variantes, por ejemplo, en ocasiones al menos, en algunos de los posgrados que he cursado (recientemente) suelen plasmarse los contenidos abordados, las competencias desarrolladas, por ejemplo:
• Conoce la estructura, función y características del proceso de diseño integrado del sílabo por competencias.
• Optimiza el proceso de enseñanza y desarrolla sus habilidades como docente.
• Realiza procesos de validación de sílabos.
• Implementa procesos de control de calidad de sílabos.
• Planifica y ejecuta procesos de supervisión y monitoreo de sílabos.
• Incrementa la validez y confiabilidad de la evaluación en la Educación Superior.
• Acepta la necesidad e importancia de realizar la transformación curricular.
• Colabora eficientemente en cada una de las responsabilidades asignadas en el proceso de transformación curricular.
En las cuales son declararas competencias o habilidades duras: «Son los conocimientos y aptitudes que le permite desempeñar funciones específicas requeridas para ciertas posiciones», y no así las llamadas competencias/habilidades blandas o socio emocionales. «Son aquellos rasgos interpersonales, como el comportamiento, su desempeño social, liderazgo y manejo emocional», para lo cual tomaremos el ejemplo de un graduado en Ingeniería Comercial/Marketing.
¿Competencias duras?
– Formula estrategias y proyectos innovadores que favorecen la rentabilidad y posición competitiva de las organizaciones.
– Produce, analiza e interpreta información de mercado para identificar oportunidades de negocios.
¿Competencias blandas?
– Comunicación efectiva.
– Proactividad y adaptación al cambio.
– Trabajo en equipo.
Aspecto que no recogen al menos mis certificados, lo que irónicamente solicitan en los medios digitales e impresos: «se necesita ingeniero que “sea responsable, puntual, buena presentación, excelente habilidad de comunicación, etc.”, todas ellas competencias blandas.
¿Contradictorio o incoherencia? Se antepone las competencias blandas, cuando el título logrado puede resultar hasta genérico. Esto me lleva al análisis de que las competencias blandas deben ser plasmadas no solo como parte de la misión, visión y valores (supuestamente identificados en el entorno social mediante diagnósticos, investigaciones, etc.), cuyo seguimiento por parte del profesorado ha de ser un compromiso, pero además evaluado y cuyo insumo sea registrado por la institución misma.
Al lograrse la inserción del graduado al mundo laboral, ésta será mucho más asimilable con ambos certificados: “el duro y el blando”, el empresario se sentirá mucho mejor, así como el nuevo empleado.
El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.