Ryan Reynolds se acercó a Shawn Levy para proponerle que dirigiera una nueva película de Deadpool mientras estaban rodando El proyecto Adam. Era su segunda película juntos después de Free Guy. Tomando el control y se habían hecho grandes amigos además de ser socios creativos. “Nos sentíamos como hermanos y compartíamos la visión de crear películas entretenidas y temáticas que dejaran al público animado y esperanzado al salir del cine –explica Levy–. Mi sueño era poder contar una historia en ese lienzo épico e inspirador que te brinda Marvel. Siempre fui fan de las películas de Marvel y ya era fan de Deadpool, así que volver a trabajar con Ryan e incorporarme al equipo de Deadpool era para mí un regalo del cielo”.
Para Reynolds, tenía relación con el tiempo. “Existe una razón por la cual pasaron seis años desde la última película –dice el actor–. Hacer una película de Deadpool no solo es una de las alegrías más grandes de mi carrera, sino que es un proyecto apasionante que te consume la vida y lo abarca todo, con un apetito insaciable de tiempo y energía”.
El productor Kevin Feige es un gran fan del actor y del realizador desde hace tiempo. “Ryan Reynolds es casi el único responsable de llevar ese personaje a la gran pantalla y de haber creado algo realmente único con esas dos primeras películas”.
De modo que embarcarse en la tercera fue una oportunidad muy interesante. Con la incorporación de los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick — además de Zeb Wells — Levy y Reynolds continuaron desarrollando la historia de la próxima DEADPOOL. En ese momento, Hugh Jackman no formaba parte del proyecto. Pero la rivalidad y la dinámica entre Deadpool y Wolverine fue siempre una fuente de fascinación para los fans del universo de los X-Men, y Levy, Reynolds y Jackman habían hablado sobre el tema con el correr de los años. Fue Jackman quien presentó a Shawn Levy, muy amigo de él desd e Gigantes de acero, a Ryan Reynolds, también gran amigo de él.
Pero LOGAN marcó una desgarradora conclusión al viaje de Jackman como Wolverine que impactó profundamente al público: Jackman aparentemente había colgado las garras de Wolverine para siempre.
Efectivamente, la idea de que Jackman regresara como Wolverine junto a Deadpool siguió generando gran entusiasmo y grandes expectativas entre los fans. “Hace décadas que todos querían una película de Deadpool y Wolverine, dice Levy.
La perspectiva de los tres amigos trabajando juntos para volver a presentar los icónicos roles de Deadpool y Wolverine fue un sueño hecho realidad para ellos y la oportunidad de cumplir con los deseos de larga data de los fans que esperaban con ansias esta colaboración.
Para Jackman, lo interesante era la combinación de los personajes: “Es un tono diferente – dice el actor–. Sabía que iba a ser algo diferente. Ryan es uno de mis mejores amigos. Es una persona increíble, y su interpretación de Deadpool es perfecta. Sentí que esos dos personajes juntos en pantalla tendrían una dinámica muy interesante de interpretar, y sabía que a los fans les encantaría”.
Con la incorporación de Jackman, la historia tomó forma. Dice Levy: “Crear una película de Deadpool con Wolverine es concebir una narrativa épica sobre un enorme lienzo basándose en décadas de legado de personajes. Estos personajes ya tienen una relación con nosotros y la cultura del mundo, lo que le confiere una escala mítica a la película. Se trata de entretener al público y al mismo tiempo rendir homenaje a la increíble historia y al alma de estos personajes”.
Los paradigmas para esta historia de DEADPOOL & WOLVERINE son las clásicas películas de carretera para dos actores, como Fuga a la medianoche, Mejor solo que mal acompañado y 48 horas. Estas películas en las que dos personajes muy distintos, que en circunstancias normales no elegirían pasar ni un minuto juntos, deben realizar un viaje son la receta perfecta para el humor y el conflicto. “Pero también tienen un potencial innato para lo emotivo –dice Levy– y la historia que queríamos contar es sobre el origen de la animosidad y el conflicto, de dónde provienen, y sobre cómo esa relación evoluciona hacia un vínculo de hermandad”.
La extraordinaria acción no es perturbada en absoluto por la comedia y la emotividad. La película es absolutamente violenta y visceral como siempre, y esta vez hay muchísimo en juego para Deadpool. Shawn Levy y Ryan Reynolds sabían lo que querían de las secuencias de acción, y trabajaron con el director de la segunda unidad y coordinador de escenas de riesgo George Cottle para lograrlas. Dice Cottle: “Es un choque de titanes, y el público esperará algo espectacular”.
Reynolds entiende lo mucho que el público espera el estreno de la película. Nunca había sentido una expectativa tan intensa por parte del público, con la subsiguiente presión. Al
final de la postproducción, Shawn y yo estábamos agotadísimos, pero profundamente tristes de haber terminado la película. Estamos entusiasmadísimos de presentar al mundo la película, pero al mismo tiempo increíblemente reacios a despedirnos de un campo de juegos creativo que no se parece a ningún otro de la industria. DEADPOOL & WOLVERINE es algo así como la droga más extraordinaria del mundo”.
