La ausencia de nuevos ingresos, la falta inversión extranjera y una balanza comercial negativa provocaron la crisis económica que vive Bolivia, en los últimos años, y de no cambiar el modelo económico la situación se agudizará y ocasionará pobreza y mayor desempleo.
Aunque el Gobierno destaca el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nominal, que llegó a 45.464 millones de dólares y un per cápita de 3.736 dólares en 2023, la situación de la economía nacional es delicada y se encamina a un proceso de recesión, debido a la falta de dólares, combustibles y una balanza comercial deficitaria.
En 2023, Bolivia logró un récord histórico en su Producto Interno Bruto nominal de 45.464 millones de dólares. Este logro es especialmente significativo en el contexto de las dificultades internacionales surgidas desde la pandemia de 2020, cuando el PIB nominal cayó a 36.897 millones, señala una nota de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Sin embargo, varios economistas aseguran que el modelo distribuidor y no generador de riqueza ha caducado, y se requiere ajustes estructurales para salir de la crisis, en la que se encuentra la economía nacional, que repercute en la desaceleración del aparato productivo.
Aunque había una discusión sobre el origen de la crisis, si era fiscal o monetario, el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, aclara que son tres factores que provocaron la crisis que vive el país: el tema fiscal, la falta de inversión extranjera y una balanza comercial complicada.
Mientras el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, se inclina por la fiscal, debido al déficit provocado por el gasto excesivo del Gobierno en el aparato estatal y empresas públicas deficitarias.
Entretanto, el economista Darío Monasterio opina que tanto el déficit fiscal y el tema monetario juegan roles importantes en la macroeconomía del país, y se debe tomar medidas o ajustes, para reducir el impacto de éstos en la economía nacional.
Caída
Espinoza explica que Bolivia registra una caída fuerte de sus sectores generadores de recursos, como las exportaciones mineras, agroindustriales y el gas, que redujeron ingresos, y por consiguiente, afectaron al sector público y privado.
Asimismo, indicó que el país fue perdiendo divisas de dos maneras, la inversión privada salió del país. La pandemia evitó mayor salida de capitales, se estabilizó y estaba en proceso de recuperación.
Sin embargo, en los últimos años se captó menos inversión, se observó el cierre de empresas y otras vendieron sus activos a capitales nacionales; pero también sostiene que hubo errores y omisiones en la cuenta de balanza de pagos, hay dólares que salen del país y las responsables de la administración pública no lo saben explicar.
Aclaró que a pesar de los factores mencionados que habrían dado el origen de la crisis, señala que hay varios factores. Bolivia no es atractiva a los capitales extranjeros.
La razón obedece a que el riesgo país de Bolivia sigue ascendiendo, y provoca cautela en los inversores internacionales, según el presidente del Colegio de Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
En tanto, Espinoza sostuvo que el tema de la balanza comercial es complicado, ya que nuestra producción no supera a las compras que realiza el país cada año, en especial de los hidrocarburos.
De cada 10 litros de gasolina 4 son de producción local, mientras que en el caso del diésel, de cada 10 litros uno sólo es producción nacional.
Bernal aseguró que el déficit fiscal provocó el acelerado deterioro de la economía nacional, puesto que el Gobierno sólo gastó y no generó recursos, a pesar de los precios internacionales altos de las materias primas, y que generó 15.000 millones de dólares en reservas internacionales.
A partir del 2015 viene la caída del precio de los commodities y con ello se reducen los ingresos, así como la desaceleración del crecimiento de la economía nacional y la pérdida de Reservas Internacionales Netas (RIN).
Lamentablemente no se genera ingresos y la caída de la producción del gas, en especial, y la pérdida de recursos, provoca que el Gobierno recurra a diferentes mecanismos de financiación para cubrir su déficit, y acude a crédito externo, a las reservas y a los Fondos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs), ahora Gestora Pública.
No tiene para cubrir su excesivo gasto, así como la subvención a los hidrocarburos y la compra de estos, que suman alrededor de casi 4.000 millones de dólares para la presente gestión, según sus proyecciones.
Recomiendan bajar el déficit a por lo menos en cinco puntos, de lo contrario la situación se complicará.
Dólar
Mientras tanto, Espinoza aseguró que el tipo de cambio de 6,96 no volverá, y se debe realizar los ajustes que corresponde, debido a que ya no es viable porque el BCB no tiene dólares, además -agregó- que los costos fuera del país subieron mucho.
“No se puede mantener el tipo de cambio fijo en el nivel del pasado”, resaltó e indicó que ahora ya no se puede hablar de volver a la normalidad, sino se tiene que hablar de cómo se estabiliza la economía, que tiene que ver con medidas agresivas.
Entre ellos coincide, por separado con los economistas, de reducir el déficit fiscal, pero también abrir la economía nacional al sector externo para que traiga divisas e invierta, y luego exportar; paralelamente modificar los precios de los hidrocarburos; y en el tema financiero, revertir regulaciones sobre el sistema financiero.
Si no se hacen las correcciones necesarias, el deterioro de la economía nacional será peor, sino se estabiliza.
Fue claro en señalar que la solución no es de corto plazo, debido a la magnitud del deterioro de la economía nacional, sólo en el tipo de cambio la brecha cambiaria llega al 100%.
Lamentó que el proceso de corregir algunas políticas tendrá un costo social grande debido a que algunos productos subirán inevitablemente. El que tome las riendas de la política económica deberá ser una persona hábil para gestionar la crisis y que los precios no suban más de lo esperado.
Para Bernal, el problema es estructural y por lo tanto las soluciones tienen que venir de esta manera, y en el corto plazo no se podrá hacer mucho, sin embargo, se debe empezar con la reducción del déficit fiscal y elaborar un plan.
Coincide con Espinoza, por separado, de que se requiere inversión privada, para que lleguen dólares a la economía nacional, pero también indicó que por el riesgo país, Bolivia no es atractiva.
Opinó que se requiere 10.000 millones de dólares para estabilizar la economía y se debería acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Monasterio opinó que el modelo caducó, el capitalismo de Estado, y sólo provocó déficit fiscal por undécimo año consecutivo.
Algunos economistas hablan de que el 2023, el déficit fiscal habría alcanzado a 12%, mientras el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, indicó que está por debajo del 11%.
“Tenemos que cambiar e incentivar al sector privado nacional y extranjero para el ingreso de divisas, y sean ellos lo que catapulten las inversiones y generen empleo, y se empiece a salir de la crisis en la que nos encontramos”, apuntó.
Tres factores provocaron la crisis económica
> Se espera un crecimiento económico de 3,71%, según el Gobierno; pero los organismos internacionales proyectan 1,4%.
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