Bolívar igualó con San Antonio sin goles, en el cierre de la décima segunda fecha del torneo Clausura, la noche de este lunes, en el estadio Hernando Siles, resultado preocupante, porque en el mismo escenario este jueves recibirá a Flamengo, en la revancha de la fase de octavos de final de la Copa Libertadores, partido en el cual requiere hacer más de dos goles para avanzar.
Los celestes comenzaron la semana sin festejar goles, quedando cabizbajos a 72 horas del juego en el cual deben exponer su mejor fútbol ofensivo para superar la barrera en la Libertadores en el partido decisivo. Aunque suene a excusa, la Academia presentó un elenco entre alternos y titulares; sin embargo, la propuesta es la misma y el resultado fue un cero redondo.
El cuadro de Tembladerani tuvo hasta seis ocasiones para abrir la cuenta, dejando de lado una jugada que fue anulada por una posición antirreglamentaria, de las cuales tres fueron despejadas por el palo y las demás fueron atajadas por el arquero José Peñarrieta.
Alfio Oviedo estrelló un zurdazo en el travesaño en la primera parte, Carlos Melgar remató de derecha y el horizontal devolvió la pelota durante el segundo tiempo y en la recta final el palo salvó a San Antonio en una acción en la cual Gustavo Olguín casi vence a su propio arco.
Esta igualdad en nada afecta la condición de puntero de los bolivaristas, quienes sigue adelante, ahora con 24 puntos, con tres unidades por encima de The Strongest y Blooming. Pero la producción colocó de puntas los nervios de sus aficionados, sin dejar de lado los errores defensivos mostrados en los primeros 45 minutos.
De nuevo, el arquero Carlos Lampe mostró poco dominio de la pelota para salir jugando desde su área, en una jugada con Alex Granell, que pudo finalizar en el gol de San Antonio. Del mismo modo, al guardameta cruceño salvó a su equipo ante dos remates de José Vitor Trinidade.
Este empate resultó como un negocio favorable para el cuadro cochabambino, que en tres encuentros contra este rival sumó dos empates y una victoria, un invicto que le permitió salir satisfecho del estadio de Miraflores, en una época en la cual trabaja por reivindicarse para apartarse de los últimos puestos.