Otra decepción. Un gol no fue suficiente. Acabó la Copa CONMEBOL Libertadores para los equipos bolivianos. Bolívar también fue eliminado anoche, a pesar de haberle ganado por 1-0 a un mega-defensivo Flamengo de Brasil, que se dio el gusto de pasar a los cuartos de final del torneo, el La Paz.
El equipo celeste lo hizo todo, sin embargo le faltó la cuota de efectividad que es lo más importante. Durante todo el partido fue más que el rival que construyó una línea de cinco en la zaga y otra de cuatro en el medio campo, perdió el tiempo y encasilló al rival en su juego. Los brasileños tuvieron escasas llegadas, pero aplicaron un juego inteligente y altamente conservador.
Por su parte, Bolívar tuvo en el primer tiempo a Ramiro Vaca y Bruno Sávio como sus principales figuras y sustento de la construcción de buen fútbol, al que sin embargo le faltó velocidad y eficacia. En el caso del primero, llegó al menos con cinco posibilidades claras ante el arco brasileño y en el toque final, falló.
Ya el final del primer tiempo, con el 0-0, vislumbraba lo que podía pasar en el segundo, la Academia salió con todo y Flamengo siguió en el negocio de cortar jugadas. Fue improductivo el ataque celeste hasta el minuto 57, tras tantos intentos, Bruno Sávio de cabeza venció al inspirado arquero Rossi, 1-0 que alentó las esperanzas de las 15 mil almas asistentes al juego.
La capacidad productiva del local ganó en potencia y velocidad con el ingreso de Henry Vaca en lugar de Saucedo; sin embargo el equipo jugaba contra el reloj y brotó el nerviosismo, a tal extremo que el árbitro argentino Yael Falcón tuvo que mostrar la tarjeta roja a Anderson de Jesús, quien ya estaba advertido por su juego fuerte.
Con diez hombres y solo cinco minutos de recuperación – a pesar que se aparentemente se había perdido mucho tiempo más- la Academia no pudo hacer nada más, pese a su recurrente dominio hasta el último instante que rodó la pelota. Vale la pena destacar el esfuerzo y la lucha de los celestes.
Empero, una vez más y en solo 24 horas, el estadio Hernando Siles quedó como testigo de la frustración y la angustia de no poder avanzar en el torneo internacional más importante de clubes de Sudamérica; pese a que se hizo todo lo posible.
GHILKA SANABRIA