Los datos de un censo nacional son la síntesis, la expresión concentrada, del estado de salud de un país. No se trata de una recopilación de datos que reflejan aspectos aislados y con poco valor.
Los datos sustanciales sobre el censo 2024 que acaba de difundir el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirman que el Estado Plurinacional ha perdido el paso, que la política que práctica el MAS, partido gobernante por casi veinte años, ha conducido a Bolivia a un estado de agonía, con el agravante de que tal situación negativa puede durar mucho más, a no ser que sean tomadas medidas de extrema urgencia.
Ese estado catastrófico, cuyo efecto es la actual crisis económica, tiene pocos precedentes, como el del gobierno tiránico del funesto general Mariano Melgarejo, que se caracterizó por el despilfarro, la corrupción y medidas erradas. Ahora el futuro resulta más sombrío porque el país ha sido desarmado política y espiritualmente. A la par, en este tiempo no existe un militar patriota, como el general Agustín Morales, que puso fin a esa dramática crisis del pasado.
Al margen de los cuestionamientos de varios sectores sociales sobre si es confiable o no el reciente censo, el dato más revelador consiste en que el crecimiento poblacional del país es de menos del uno por ciento anual, mientras que tradicionalmente fue de algo más de dos por ciento. El censo ha revelado que, en los últimos doce años, cayó en algo más del uno por ciento anual, promedio que es por demás alarmante y demuestra que Bolivia se encuentra en estado comatoso.
Esa situación es comparable a lo que mostraron los datos del censo realizado en las postrimerías del gobierno de Melgarejo (1864-1871). Esos datos demuestran lo siguiente: Hasta 1864 el país crecía algo más del 2 por diento anual. Pero el censo de 1870 reveló que Bolivia había bajado a menos del uno por ciento. En efecto, en ese estado dejó al país Melgarejo, al ser expulsado del poder. Hasta 1864 el país tenía 1.544.300 habitantes y después de dejar el poder, solo había 1.097.400. Hoy el dato contundente de que el país bajó de población tiene paralelo solo con el tiempo del tirano de Toco.
Otro dato que ofrece el censo es que el crecimiento del departamento de La Paz se derrumbó. Por otro lado, Santa Cruz no creció como en años anteriores. Esas son consecuencias del estado de decadencia en que se encuentra Bolivia, debido a la política populista instaurada por el Estado Plurinacional, con los gobiernos del MAS a la cabeza de Evo Morales y Luis Arce Catacora.