domingo, septiembre 8, 2024

EL VARICOCELE

El varicocele es una dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos. Lo más común es que sea unilateral, es decir, en un solo testículo, pero también hay casos de varicocele bilateral en los que están afectados los dos testículos.

 

A menudo, el varicocele aparece en el lado izquierdo del escroto y no produce signos ni síntomas.

Entre los posibles signos y síntomas, se incluyen los siguientes:

Dolor: Un dolor sordo o una incomodidad que es más probable que aparezca al estar parado o al final del día.

Un tumor en el escroto: Si el varicocele es suficientemente grande, es posible que se vea un bulto por encima del testículo.

Testículos de tamaños diferentes: El testículo afectado puede ser notablemente más pequeño que el otro testículo.

Infertilidad: El varicocele puede hacer difícil la concepción, pero no todos los varicoceles causan infertilidad.

El varicocele se presenta en el 15% de los varones sin problemas reproductivos, en el 35% de los hombres que presentan infertilidad primaria y en el 81% de los que padecen infertilidad secundaria.

Las causas que provocan este efecto pueden ser muy variadas, desde incompetencia venosa hasta masas compresivas abdominales cercanas a la desembocadura de las venas.

En casos más raros un varicocele también puede estar causado por la obstrucción de la vena espermática. En este caso las causas pueden ser por un tumor renal izquierdo o un tumor retroperitoneal. Para diagnosticarlo, se hace una minuciosa exploración física del contenido escrotal e inguinal.

En función de la facilidad de diagnóstico, podemos hablar de tres grados principales de varicocele:

Varicocele grado 1: El diagnóstico es complicado. Se necesita hacer presión sobre el abdomen. Lo habitual es que el especialista indique al paciente toser o soplar con fuerza.

Varicocele grado 2: Con la palpación del testículo se puede comprobar que las venas presentan un mayor volumen del habitual.

Varicocele grado 3: A simple vista se puede apreciar la dilatación venosa, sin necesidad de que el especialista palpe el testículo.

Cuando no es posible diagnosticar el varicocele mediante la exploración física, puede ser útil realizar una ecografía o ultrasonido para detectar si existe dilatación de los vasos.

Por lo general, no es necesario tratar el varicocele. En el caso de un hombre que tiene infertilidad, la cirugía para corregir el varicocele puede formar parte del plan de tratamiento para la fertilidad.

En el caso de los adolescentes o los adultos jóvenes (en general, los que no buscan un tratamiento para la fertilidad), el médico puede sugerir que se realicen revisiones anuales para controlar cualquier cambio.

La cirugía puede recomendarse en las siguientes situaciones:

Un testículo que muestra un retraso de desarrollo.

Conteo bajo de espermatozoides u otras irregularidades en el esperma.

Dolor crónico que no se alivia con analgésicos.

 

Dr. José Manuel Michel RamírezUrología y Cirugía Urológica de Mínima Invasión (Endourología y Cirugía Urológica Laparoscópica), Andrología.

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