País incendiado, Gobierno incendiario, partido incendiario y jefe incendiario, hay distintas denominaciones para describir lo que pasa en Bolivia, donde el fuego impiadoso quema 4 millones de hectáreas, el 40 % de bosques y mata una cantidad incuantificable de animales y especies en peligro de extinción, y la contaminación del aire es insufrible en varios departamentos. El país ha sido declarado en emergencia ecológica, el gobierno suspendió algunas de las llamadas normas incendiarias, ha declarado una “pausa ecológica”, como si a la mayoría le importara, o existiera una entidad que regulara el manejo de la tierra y los bosques. A pocos les importa, y solo por la presión de grupos defensores de animales y activistas defensores de la ecología se hace algo, mientras el gobierno insensible, solo piensa como zafar de la crisis nacional general, que está poniendo en jaque mate su estabilidad como gobierno.
Mientras los bomberos hacen todo lo posible para contener las llamas y los focos de calor siguen creciendo de manera incontenible, nuestros políticos no pierden la oportunidad para utilizar este desastre nacional como excusa para lograr sus fines perversos, aprobando créditos y otros. Utilizan esta plataforma para ganarse a la opinión pública de manera cínica, indicando que solo este gobierno es ecocida y biocida, cuando en casi dos décadas el Régimen de Terror desmontó, avasalló y contaminó las tierras, los bosques y mató a millones de animales indefensos, llenándose la boca al hablar de la defensa de la madre tierra y la Pachamama. Es todo hipocresía, todo el tiempo fingían, hasta el ex mandatario se hacia la burla, queriendo apagar un incendio con un chorrito de agua, solo para posar ante las cámaras.
Una carta póstuma de los animales muertos en los incendios forestales diría lo siguiente: “Queridos humanos, hijos de esta tierra Bolivia, nosotros los animales que hemos perecido en muchos incendios forestales en los últimos 40 años, tenemos la sensación de que han perdido la cabeza, por la forma en que ustedes se comportan con nosotros. Muchos éramos especies en peligro de extinción, fuimos presas de personas ambiciosas, sin escrúpulos ni moral y todavía los siguen eligiendo como sus gobernantes y ustedes todavía se creen superiores a nosotros, bajo el pretexto de poseer facultades intelectuales y que nosotros actuamos de manera irracional, siguiendo sencillamente instintos primarios. El daño causado por sus manos es irreparable.
Los invitamos a reflexionar acerca de nuestra relación y su relación con los bosques, quienes nos sirven de refugio y techo. Con ustedes compartimos este planeta, al incendiar su hábitat, ustedes no actúan como seres humanos, porque mostrar humanidad no significa simplemente respetar a los otros seres humanos, sino a cualquier ser vivo, con sensibilidad y conciencia. Nosotros nada les hemos hecho, pero se atreven a quemarnos vivos. Acaso porque no somos seres humanos, nos tienen que tratar de esta manera, ¿dónde está su condición de especie racional, consciente y más poderosa del planeta?, ¿dónde ha quedado su superioridad moral? Solo utilizan su poder para explotar, destruir la naturaleza y otras formas de vida. Deberían utilizar su privilegio de ser la especie viva más poderosa, para protegernos.
Ustedes deben respetar y proteger a su patria y el planeta en el que hay humanos, flora y fauna. Su hambre de dominación y explotación les hace perder su propia humanidad, ¿acaso somos tan distintos?, cada una de nuestras especies es singular, deben pasar de la explotación a la protección si quieren recobrar su humanidad. Esas especies únicas y bosques raros que nos hacen tanto bien, fueron arrasados por el fuego de la ambición y la codicia de seres inhumanos, que solo piensan en el poder político y económico. Son esos gobernantes que solo piensan en las efemérides departamentales y que nos utilizan como excusa para conseguir más préstamos, sobre la muerte de miles de nosotros. Ellos son seres inhumanos, solo festejan la muerte de seres vivos y la desaparición de miles de bosques”. Atte. Flora y fauna víctima de los incendios.
Shantideva (sabio budista indio, siglo VIII d. J.C.) decía: “Debo comprender el dolor de los otros, porque es dolor, como el mío. Debo obrar en bien de los otros, porque son como yo, seres vivos”. Gobernantes inhumanos, hasta cuándo dejarán de hacer del hombre la medida de todas las cosas y el centro del universo. Consideremos a las otras especies por lo que son. Estoy seguro que muchos de nuestros alcaldes, gobernadores y hasta el mismo presidente de nuestro país, descubrirán así, numerosos pozos sin fondo, algunos de los cuales son todavía inimaginables para nosotros. Hasta cuándo nosotros como pueblo, seguiremos eligiendo gobernantes negligentes, ineficientes y mal intencionados. Que pasó con el cerebro del “homo sapiens”. Muchos son los culpables y muchas son también las motivaciones que llevaron a hacer este desastre medioambiental. Hasta nosotros sufrimos las consecuencias de los incendios forestales en nuestro país, dolor de cabeza, picazón en los ojos y dificultad para respirar, imaginen lo que sufren los pobres animales que no tienen voz, para expresar su impotencia. Por eso escribí esta carta rn nombre de ellos, a muchos solo les falta hablar, otros me dirán que son solo animales, una especie inferior a nosotros, pero observando todo lo que pasa en Bolivia a esta altura de las cosas, no sé discernir quiénes se pueden llamar a sí mismo seres humanos y quiénes actúan sin pensar, como verdaderos animales.
Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.