Los ingresos de divisas fueron menores que los egresos durante los primeros tres trimestres de este año, situación que muestra un desequilibrio en la entrada al país de moneda extranjera, de acuerdo a datos oficiales.
En el primer trimestre, hubo un flujo neto de divisas de -12 millones de dólares, en el segundo la situación mejoró, el mismo fue de 56 millones. En el tercer trimestre, con datos solo de julio, se evidencia una cifra negativa de -49 millones.
El año 2023, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB), hemos tenido un flujo neto de divisas de -544 millones de dólares, el egreso de divisas fue de 7.047 millones, mientras que el ingreso de 6.504 millones, debido a que los ingresos por exportaciones estatales, desembolsos de deuda y otros no fueron los esperados, según análisis del presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
“En cambio, los egresos fueron importantes, por ejemplo, por bienes importados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ascendió a 2.682 millones de dólares, mientras que el servicio de deuda externa fue 1.490 millones; así mismo por operaciones bancarias hubo una salida de 2.240 millones en la gestión pasada”, explicó.
Analizando la presente gestión, la tendencia es repetitiva, menores ingresos por exportaciones y desembolsos de créditos externos, en cambio los egresos por importaciones estatales y pago del servicio de deuda externa tienden a crecer más.
Por ejemplo, en julio 2024, los desembolsos de préstamos externos solo fueron de 33 millones de dólares, en cambio el pago de capital más intereses fue por 176 millones. Se observa, un claro desequilibrio entre la entrada y salida de divisas al país.
El Banco Central de Bolivia (BCB) presentó un informe a agosto 2024 de las Reservas Internacionales Netas, donde indico que, de enero a agosto, los principales ingresos para las RIN ascendieron a 3.390 millones de dólares, en cambio los egresos o usos fueron por 3.194 millones, dando un flujo neto de 196 millones, informó.
Sin embargo, la importación de carburantes fue mayor a las exportaciones de YPFB, por 250 millones de dólares. El pago del servicio de la deuda externa llego a 1.048 millones, en cambio los desembolsos de deuda externa apenas 250 millones de enero a agosto.
Si bien el flujo de las RIN fue positivo, se observa que sus fuentes de ingresos son inestables, dado el déficit comercial y monetario en el sector hidrocarburífero, y a la gran dependencia que se está generando de la deuda externa, para financiar en parte el gasto corriente estatal, precisamente para importar carburantes y pagar el servicio de créditos externos, advierte.
“Se convierte paulatinamente en un círculo vicioso fiscal con efectos en el mercado de divisas, ya que la escasez de dólares persiste, ya que no se toman medidas estructurales sobre el gasto público”, concluyó.