El estatal Grupo Empresarial de Pesca de Cuba capturó 15.620 toneladas de peces hasta agosto, para un cumplimiento de apenas el 53% del plan, informó el presidente de la entidad, el ingeniero Armando Posada Lóriga, en el programa televisivo Mesa Redonda ayer, de acuerdo con el portal oficial Cubadebate.
El ingeniero atribuyó el incumplimiento al déficit de liquidez externa, la situación energética y al embargo estadounidense, con el que las autoridades justifican la escasez de comida para los cubanos, apenas un año y dos meses después de que la viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, afirmara que las aguas que rodean a Cuba no tienen suficientes peces para el consumo de la población.
Esa supuesta insuficiencia no fue mencionada a lo largo del programa televisivo, de acuerdo con la reseña de Cubadebate.
Según el presidente del Grupo Empresarial de Pesca, los tres destinos fundamentales de la actividad que desarrolla la entidad son el consumo de la población, la satisfacción de las necesidades del turismo y la exportación. El primero es la prioridad del grupo empresarial, aseguró Posada Lóriga.
«El mayor por ciento de la producción industrial planificada se dedica a la población a través de las instituciones hospitalarias, dietas médicas, pescaderías y entidades de comercio», sostuvo el directivo, citado por Cubadebate.
Añadió que el 71% de la producción está destinado a la población y el 15 % a la satisfacción de la demanda del sector turístico.
«Para nosotros es una prioridad garantizar la demanda de la población. Sabemos que no es suficiente, que no la cumplimos. Es importante destacar que solo alrededor de un 14 % se dedica a la exportación», señaló.
Sin embargo, mientras el plan de captura se cumplió solo al 53%, lo que representa un decrecimiento con respecto al año anterior, según Posada Lóriga, y la producción industrial se cumplió al 67%, el directivo del grupo empresarial estatal cubano informó que en lo que va de año se cumplió el plan de exportación por encima del 95%.
Ello permitió incrementar los ingresos, que son superiores a los de 2023, de acuerdo con Posada Lóriga.
«Para nuestro Grupo es imprescindible incrementar la exportación en primer lugar, ya que el déficit de ingresos externos es el principal problema de nuestro país, y por otra parte en la medida que crezcan nuestras exportaciones, podemos contar con más financiamiento para la compra de materias primas y poder ofertar mayor cantidad de productos a la población», aseveró.
Sin embargo, el incremento de los ingresos obtenidos por la exportación no se tradujo en una mayor oferta de pescado para los cubanos.
El desafío, según el directivo, está en incrementar el esfuerzo pesquero para alcanzar mayores niveles de captura. Para ello necesitan aumentar la disponibilidad técnica de las embarcaciones, la disposición de las artes de pesca necesarias para realizar las faenas y la disposición del equipamiento tecnológico y de refrigeración suficientes, explicó.
En octubre de 2023, el entonces ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Sobrino Martínez, reconoció la debacle de la actividad pesquera en Cuba, al exponer que más de 60 barcos estaban fuera de servicio y vaticinar que ese año, como efectivamente sucedió, se volvería a incumplir el plan de pesca.
A propósito de este desastre, el economista Pedro Monreal explicó que la inversión del régimen en la industria pesquera es ínfima, por lo cual «actualmente la pesca dista mucho de ser una fuente importante de proteína animal en Cuba».
En la Mesa Redonda el miércoles, el vicepresidente primero del grupo empresarial, Jorge Arias Bringuez, afirmó que se identificaron «distorsiones» como «el incumplimiento y decrecimiento de las exportaciones e ingresos por exportaciones de los productos pesqueros, así como la no existencia de un esquema de financiamiento efectivo que asegure la continuidad y el desarrollo de los rublos exportables».
Agregó la falta de atención «a las capturas pesqueras, a partir de obtener resultados con la comercialización de otros productos, mayores resultados por servicios y ventas de mercancías que por las ventas de producciones propias».
Arias Bringuez admitió que «es insuficiente la producción de las empresas en varios territorios para autoabastecer a la provincia de la canasta familiar normada, y no se aprovechan suficientemente las materias primas que se producen por otras entidades en el territorio para elaborar productos extendidos en las industrias pesqueras».
El funcionario cubano también se refirió a las «indisciplinas e ilegalidades» que constituyen «problemáticas que hoy enfrenta la actividad pesquera en el país, y que afectan tanto al sistema empresarial como el sector privado».
Entre ellas, mencionó la pesca furtiva, que se realiza «sin tener legalizado el medio que utilizan para pescar, y sin tener en cuenta los estándares o parámetros de calidad e inocuidad de los alimentos, ni las regulaciones pesqueras establecidas en cuanto a especies prohibidas».
«Además, el destino de estas capturas no se enmarca en las prioridades de distribución que establecen los territorios», criticó.
No obstante, tuvo que reconocer que los pescadores del grupo empresarial «son inspeccionados y no estuvieron exentos violaciones, por lo que se les aplicaron las correspondientes medidas administrativas y contravenciones», según lo citó Cubadebate. (Diario de Cuba)