Las relaciones comerciales entre México y Bolivia han mostrado una evolución a lo largo de los años, caracterizada por la cooperación en diversas áreas y el intercambio de bienes y servicios.
México y Bolivia establecieron sus relaciones diplomáticas en 1831 y designaron sus embajadores a partir de 1939. Ambos países son parte de organizaciones regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y han cooperado en foros multilaterales para abordar temas como el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático, así como la Asociación Latinoamericana de Integración, Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos.
Ambos países han establecido diversos acuerdos para fomentar el comercio y la inversión. Uno de los ejemplos más relevantes es Sinchi Wayra, empresa adquirida por Santacruz Silver Mining, una de las principales productoras de plata del continente. Quantum, empresa productora de autos eléctricos cuenta con una importante inversión en nuestro país, enfatizando las características del mercado boliviano.
También, tras un acuerdo suscrito en 2021, los bolivianos pueden ingresar a territorio mexicano únicamente portando su pasaporte, sin la necesidad de tramitar una visa. Este acuerdo permite que los portadores de pasaporte ordinario soliciten su ingreso a México por un periodo de 180 días, en condición de visitantes. En ese sentido, se destaca la integración de ambos países, facilitando la movilidad y el intercambio cultural y turístico mutuo.
La inversión mexicana en Bolivia ha crecido en sectores como telecomunicaciones, energía y servicios. Las empresas mexicanas han mostrado interés en explorar oportunidades en el país andino. Con el enfoque en la diversificación de mercados y la búsqueda de nuevos socios comerciales, es posible que las relaciones entre México y Bolivia se fortalezcan en el futuro, especialmente en áreas como la inversión, tecnología y comercio agrícola.
México tiene una superficie de 1.972.550 Km2, con un Producto Interno Bruto (PIB) que el año pasado llegó a los 25 billones de pesos mexicanos, lo que muestra un aumento del 3,22% en comparación con el año anterior; y un PIB per cápita de 13.070 «el 2023, superior en 2.092» al registrado el año anterior, cuando llegaba a 10.708.
Como señalan autoridades mexicanas, la economía de ese país ocupa el puesto décimo segundo de la economía del mundo. Y, el crecimiento del año pasado muestra que tuvo un desempeño superior al de Estados Unidos, China, Canadá y Brasil.
En 2010, las importaciones bolivianas de México llegaron a 128 millones de dólares, mientras nuestras exportaciones a ese país fueron por 31 millones de dólares, con un saldo comercial negativo para Bolivia de 97 millones de dólares.
En 2014, importamos de México por un valor de 303 millones de dólares y exportamos por 42 millones, dejando un saldo negativo para el país de 261 millones de dólares.
En 2023 importamos por 256 millones de dólares, exportamos por 46 millones, dejando un saldo negativo para Bolivia por 210 millones de dólares.
En agosto de este año llegó al país Rodrigo Morales Castillo, director general de Impulso Económico Global de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, y declaró a la prensa que el contexto global cambiante determina nuevas oportunidades para productos bolivianos en el mercado mexicano, especialmente para productos como café, soya y quinua, y que también hay potencial para la cooperación en áreas estratégicas como del litio.
Esta autoridad remarcó que “hemos tenido resultados muy positivos en los últimos tres años. El comercio ha crecido bastante”, y enfatizó que existe un “gran potencial” y un “nicho de oportunidades para los productos bolivianos en México”.
Según estadísticas del Gobierno mexicano, la principal venta de México a Bolivia en 2023 fue de vehículos de motor para el transporte de mercancías, y la principal compra de México a Bolivia fue estaño en bruto.
Hasta junio de 2010, las relaciones comerciales entre los dos países estaban enmarcadas en el Acuerdo de Complementación Económica Nº 31 (ACE 31) vigente desde el 1 de enero de 1995. Ahora, desde el 7 de junio de 2010, está vigente el ACE N° 66, que tiene entre sus objetivos estimular la expansión y diversificación del comercio entre ambos países; eliminar las barreras al comercio y facilitar la circulación de bienes entre las partes, y promover condiciones de competencia leal en el comercio entre México y Bolivia.
Las relaciones comerciales entre ambos países tienen un potencial significativo para crecer, y hay oportunidades en diversas áreas que podrían ser exploradas por los sectores tanto públicos como privados de uno y otro. Bolivia puede aprovechar el gran mercado que representa México, con sus 130 millones de habitantes.
El autor es Economista, Académico de Número de la ABCE y Presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).