En cuestión de sólo tres meses, la inmigración pasó de ser la novena a “preocupación” para los españoles. Así lo refleja el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de septiembre.
En ese registro se muestra el doble de menciones que en julio, pasando del 16,9% a un 30,4%, lo que la coloca por delante de los problemas políticos y del paro. Se trata de unos registros que no se veían desde 2007, tras la conocida “Crisis de los cayucos”.
Sin embargo, en ese mismo sondeo también se observa un dato curioso, porque cuando a los encuestados se les pregunta por los problemas que les afectan, personalmente la inmigración ya no se sitúa en el primer puesto, sino que cae al quinto lugar.
El hecho de que la encuesta se realizara a finales de agosto, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a tres países de África Occidental, con el objetivo de reforzar la cooperación, también pudo influir en que la población señalara la inmigración como su principal preocupación.
No es de extrañar que la ciudadanía perciba la inmigración como un problema, explicó Gemma Pinyol-Jiménez, directora de Migraciones en Instrategies e investigadora asociada del Gritim-UPF de la Universidad Pompeu Fabra.
Su análisis se basa en la sobreexposición mediática del tema: por un lado, con las imágenes que a diario se ven en televisión de personas migrantes llegando en pateras a las costas; y por otro, con los discursos políticos “tremendistas”, que han aumentado notablemente en este último tiempo.
“No me parece raro este incremento de la preocupación, teniendo en cuenta la información que ha recibido la población a lo largo del verano. La inmigración ha sido uno de los grandes temas y no se ha dado precisamente un debate sólido, con datos, sino un debate muy tremendista, de crisis, de invasión y mala gestión, de todo lo que puede ir mal”, aclaró la experta.
Esos discursos exacerbados, además, ya no solo están en manos de la ultraderecha, añadió Pinyol-Jiménez, sino que “han sido normalizados por el mainstream de los partidos” y eso tiene un “impacto inmediato” sobre la opinión de la población. “Si los partidos a los que votas dicen que la inmigración es un problema, al final tú también acabas pensando que es un problema”, aseveró.
La investigadora también criticó que se hable de la migración como una crisis puntual, cuando en realidad las llegadas irregulares a las Islas Canarias se llevan produciendo hace tres décadas. “La propia definición de crisis indica que es una cosa puntual, imprevisible, y esto es un fenómeno estructural que podemos discutir si se gestiona mal o bien”, señaló. Y aunque esos debates de confrontación siempre han existido en España, los mensajes de la extrema derecha sobre la migración calaron rápidamente en la población, al tiempo que se produjo una “rápida connivencia” con estos discursos en el país.
En estos últimos tiempos, se ha producido el llamado “proceso de securitización” de la migración, que hace que la población perciba la llegada de estas personas como una amenaza. Por ello, la investigadora insistió en la importancia de que haya una responsabilidad política, pública, para evitarlo, pues de lo contrario solo se construirán “falsos imaginarios y situaciones de tensión que antes no existían”. (Infobae)
Centro de Investigaciones Sociológicas
Inmigración pasa a ser el principal problema de los españoles en cuestión de tres meses
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