Periodistas de medios locales y nacionales abandonaron la feria Expocruz, tras su inauguración en la noche del martes 24 de septiembre, después de sufrir restricciones en la cobertura informativa y agresiones verbales protagonizadas por personal de protocolo y la seguridad privada del encuentro comercial que se realiza anualmente en esta ciudad.
Llevo cubriendo la Expocruz desde hace 15 años y es la primera vez que los mandos medios de la organización se tomaron atribuciones que exceden sus cargos, describió el periodista del diario El Deber, Ernesto Estremadoiro, a la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
“Fue una falta total de respeto al periodismo”, expresó el cronista que junto a enviados de otros medios fue impedido de realizar entrevistas a autoridades departamentales, líderes políticos y empresarios que acuden al principal encuentro empresarial y de negocios de Bolivia.
Tras los reclamos de Estremadoiro sobre la vulneración de la libertad de prensa y el derecho a informar a los públicos de su medio, un funcionario de civil lanzó una amenaza: si seguís así, te voy a hacer arrestar…
La organización de la feria convocó a los medios de información con dos horas de anticipación al acto de inauguración y ubicaron a los camarógrafos y reporteros en una plataforma, pero tras la conclusión de los discursos evitaron que la prensa se aproximara a los invitados.
Primero una mujer joven del grupo de protocolo, luego personal de seguridad privada, se encargaron de bloquear el paso de los periodistas al área donde los invitados conversaban informalmente después del acto de inauguración.
“Es un acto privado”, respondieron los funcionarios ante los reclamos de los periodistas. “¿Para qué aceptaron venir?”, exclamó otro responsable del protocolo.
La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) que representa a los principales medios impresos de Bolivia, lamenta profundamente la falta de consideración al trabajo periodístico y reitera que un evento organizado por privados adquiere interés público desde que los promotores comercializan boletos para ofertar un espectáculo masivo destinado a los ciudadanos y requieren la asistencia de servicios estatales y municipales de seguridad, salud y de emergencia. (ANP)