En una entrevista con la BBC, la vicepresidenta del Tribunal Supremo de Cuba, Maricela Sosa Ravelo, negó la gravedad de la inseguridad ciudadana en la Isla y la percepción de la ciudadanía sobre la ineficacia y desconfianza de las fuerzas del orden, además acusó a las redes sociales de “exagerar” el problema.
Sosa Ravelo refutó la sugerencia de que muchos delitos no se denuncian debido a la falta de confianza pública en la Policía.
“En mis 30 años como jueza y magistrada, no creo que el pueblo cubano carezca de confianza en sus autoridades”, sostuvo desde la sede del Tribunal Supremo.
“En Cuba, la Policía tiene una alta tasa de éxito en la resolución de crímenes. No vemos que la gente se tome la justicia por su mano, lo que sucede en otras partes de América Latina y en otros lugares, lo que sugiere que la población confía en el sistema de justicia cubano”, dijo.
Esa no fue la experiencia de numerosas personas que han expuesto su situación en las redes sociales ni la de Shyra, una activista transgénero, víctima reciente de un robo oportunista en las calles poco iluminadas de La Habana.
Señaló a la BBC que su historia, de ser robada por un hombre blandiendo un cuchillo una noche, es común, pero fue la respuesta policial lo que más la desilusionó.
“Justo después de ser atacada, me encontré con dos policías en motocicleta en una calle lateral”, recordó Shyra. A pesar de su evidente angustia, la Policía ignoró sus súplicas de ayuda, relató.
“Me dijeron abiertamente: ‘No estamos aquí para cosas como esas’. Fue algo muy impactante de escuchar porque les dije dónde podían encontrar al atacante, les mostré en qué dirección se dirigía, qué llevaba puesto. Pero simplemente no me prestaron atención”, indicó.
VIOLENCIA EN
ASCENSO
El medio británico también citó a Samantha González, a quien no le parece que viva en la nación más segura del mundo. Su hermano menor, un aspirante a productor musical llamado Jan Franco, fue asesinado hace dos meses en una aparente disputa relacionada con pandillas.
Oriundo del barrio habanero de Cayo Hueso, de bajos ingresos y con solo 19 años cuando fue asesinado, Jan Franco fue apuñalado dos veces en el pecho afuera de un estudio de grabación, atrapado en medio de una discusión cuando alguien sacó un cuchillo.
“Todavía no puedo entenderlo”, señaló Samantha, luchando por expresar su dolor mientras revisa viejas fotos de su hermano en su teléfono. “Era la luz de nuestra familia”.
Samantha, con solo 20 años y madre de un niño de un año, sostuvo que Jan Franco fue uno de los muchos jóvenes que perdieron la vida en las calles en los últimos meses:
“Muchos jóvenes fueron asesinados este año”, dijo. “La violencia se nos está yendo de las manos. Son básicamente pandillas, y se pelean entre sí como pandillas. De ahí es de donde viene todo, estos asesinatos y muertes de jóvenes”.
En un programa oficial de Mesa Redonda, autoridades cubanas negaron que la situación estuviera empeorando, afirmando que solo el 9% de los delitos en Cuba eran violentos y solo el 3% eran asesinatos.
Sin embargo, los críticos cuestionan la transparencia de las estadísticas oficiales y dicen que no hay una supervisión independiente de los organismos que las producen o de las metodologías que utilizan.
El análisis de los datos de victimización entre 2022 y diciembre de 2023, recogidos en el estudio Explorando futuros posibles para la democratización en Cuba, del proyecto Cubadata, reveló un preocupante aumento en diversas formas de violencia en Cuba, destacándose particularmente la violencia de género, la violencia callejera y el abuso policial.
Los resultados son parte del segundo panel multidimensional de la encuestadora independiente y seis sondeos realizados entre septiembre de 2023 y febrero de 2024, en los que participaron 10.248 personas de toda la Isla, de ellas 4.552 panelistas, es decir, individuos a los que se preguntó cada mes.
De los entrevistados, el 24,1% afirmaron haber sido víctima de asalto en la calle (frente al 14,1% en 2022) y el 23,7% fue víctima de arrestos o abusos por parte de la autoridad (17,6% en 2022).
Entre los entrevistados, el 26,9% fue víctima de robos en su casa contra, el 25,1% que lo padeció en 2022, mientras las víctimas de agresiones físicas siguen siendo el mayor número entre los participantes, el 43,5% en 2023, un 0,9% menos que en 2022.
“El aumento de la violencia de género, la violencia callejera y el abuso policial indica un panorama de creciente inseguridad y deterioro social en Cuba. Estos tipos de violencia no solo representan amenazas directas a la seguridad y bienestar de los individuos, sino que también reflejan problemas estructurales más profundos”, consideró Arístides A. Vara Horna, autor de la investigación.
Tribunal de Cuba rechaza desconfianza en la Policía
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