Más de 400 bomberos y voluntarios siguen trabajando por tercer día consecutivo en un intento por sofocar las fuertes llamas de un incendio forestal registrado en la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, y que dejó hasta el momento al menos dos muertos.
Imágenes de satélite aportadas por la NASA muestran la zona afectada en la región de Corintia, hasta donde se desplazaron cinco helicópteros y tres hidroaviones, además de 120 camiones de bomberos.
La columna de humo es tan densa que se puede ver desde la capital, Atenas, situada a unos 120 kilómetros al este, según informaciones de la cadena griega de televisión ERT, que señaló que dos efectivos del Cuerpo de Bomberos resultaron heridos, uno de ellos con problemas respiratorios y el otro con una herida en un ojo.
Las dos víctimas mortales registradas el lunes, dos hombres de 35 y 40 años, eran residentes de la zona de Ano Pitsa y estaban trabajando en las labores de extinción como voluntarios.
Aunque las autoridades se mostraron optimistas de los últimos avances cosechados dado que el principal foco del incendio fue extinguido, el portavoz del Gobierno, Pavlos Marinakis, advirtió de las dificultades a las que se enfrentan los bomberos debido a la mala red de carreteras y al terreno escarpado.
«Durante la primera y crucial etapa del incendio, los camiones de bomberos tuvieron grandes dificultades para acercarse (al incendio) debido a las estrechas carreteras», explicó antes de afirmar que los «barrancos y los vientos huracanados obstaculizaron enormemente las tareas de extinción».
Las autoridades ordenaron el martes la evacuación de una localidad como medida de precaución, un día después de que se emitieran media docena de órdenes similares para garantizar la seguridad de la población de las zonas más cercanas a los focos de incendio.
Grecia, al igual que otros países de Europa, se ha visto afectado por un aumento de los incendios forestales, especialmente en verano y debido al empeoramiento de la crisis climática. Durante los últimos meses, las autoridades tuvieron que lidiar con más de 4.500 focos en las zonas rurales del país, las más afectadas debido a la sequía y las olas de calor. (Europa Press)