Fuga de dólares para importar trigo

El pueblo boliviano ha ingresado, lamentablemente, a una de las etapas más oscuras de su historia, al carecer de alimentos básicos de su propia producción y se ve ante la necesidad de importarlos de otros países. A ese panorama angustioso se suma la falta de dólares para traer alimentos desde el exterior y la convulsionada situación política, particularmente por violentos enfrentamientos entre arcistas y evistas, que no permite solucionar los problemas que han determinado este grave estado de cosas.
Al respecto, hace poco la empresa estatal Emapa ha anunciado que hará una importación de nada menos que ¡60 mil toneladas de trigo! para abastecer a la población, la cual de esta manera será obligada a comer pan de harina de trigo, que no tiene nutrientes y es solamente un engrudo. Por otra parte, esa adquisición significa alrededor de 6 millones de dólares, es decir, divisas que saldrán de nuestro país.
Asimismo, está importando otros alimentos, mientras el gobierno del régimen masista poco hace para enfrentar este estado casi catastrófico en materia de alimentación. Por ello es posible que, en breve, deba pedir como limosna alimentos a países vecinos, o tenga que fortalecer el contrabando de éstos, para evitar el riesgo de una hambruna y epidemias, que afectaría más a la gente de escasos recursos.
Ese es el aspecto central. Pero es necesario señalar que tan negativa situación no es resultado solo de cambios climáticos, sino de una política agraria que viene desde hace alrededor de veinte años, sin que se haga el menor esfuerzo para modificarla. Es más, para lo que han servido algunas medidas agrarias solamente ha sido para producir más coca excedentaria, al dejar de producir los campesinos alimentos en cientos de hectáreas.
Entre tanto, tomando el rábano por las hojas, el gobierno se dedica a aspectos secundarios, que no tienen efecto alguno y deja para las calendas griegas la solución de las verdaderas causas de este crítico momento. El régimen masista no tiene recetas para atender asuntos importantes, como la falta de dólares, de combustibles, la elevación de precios de productos de la canasta familiar, el aumento del desempleo, etc. Se limita a brindar ayuda mínima a Santa Cruz, que soporta devastadores incendios, provocados con intenciones aviesas, dejando para el olvido eterno la solución de la cuestión agraria. Y es que la producción agrícola nacional fue destruida en pocos años y su recuperación tardará por lo menos otros veinte años o más.
Enormes son los perjuicios que le causó al país la autocracia de Evo Morales, quien debería ser investigado por graves daños a la Nación. Le pregunta es cómo enfrentar semejante catástrofe.