Casi un millar de invitados fueron partícipes de la Fiesta Nacional de España, ofrecida por el embajador Fernando García Casas y su esposa, Ángeles Cano de García, en su residencia de San Jorge.
Aunque hace años ya estuvo en Bolivia, el Embajador dijo que es la primera fiesta nacional que celebra en su nueva misión en nuestro país, y puso énfasis en que él pidió ejercer funciones acá.
«La primera palabra que sale aquí es gratitud. Gratitud por vivir en esta tierra inocente y hermosa, que ha debido a Bolívar su nombre, según dice el himno», manifestó en sus primeras palabras el anfitrión, a tiempo de agradecer por la excelente acogida desde su llegada a La Paz.
El discurso del diplomático fue preciso y se centró en 4 aspectos: En el ámbito político dijo que hubo consultas bilaterales. Primero, de apoyo al Gobierno boliviano durante el intento de golpe de Estado, por instrucciones del Rey Felipe VI y del Gobierno español, en apoyo a la democracia, y también se refirió al próximo viaje del Ministro de Gobierno a España para firmar un convenio contra la delincuencia organizada. En lo económico, dijo que las empresas españolas son el tercer mayor inversor en Bolivia, en infraestructura, hidrocarburos, transportes y consultoría, «todas las empresas crean empleo, pagan impuestos y ejercen la responsabilidad social empresarial». Respecto a la cooperación manifestó que, «como socios tenemos el mayor esfuerzo inversor en cooperación, más de 100 millones de euros no reembolsables», en diversos ámbitos. También reconoció la labor de los bomberos. Como cuarto punto, se refirió a la ciudadanía española. «Los hispanos bolivianos son 20.000 aquí. Tenemos los consulados en La Paz, Santa Cruz, y consulados honorarios en Sucre, Cochabamba, Tarija y Trinidad y un instrumento nuevo. La Ley de memoria democrática, la ley de nietos. También tenemos 170 mil bolivianos en España, plenamente integrados y son los mayores emisores de remesas, por encima de la comunidad boliviana en Argentina y Estados Unidos, según datos del BCB», afirmó el Jefe de la misión española.
Se sirvió platillos típicos hubo una degustación de vinos, pastel de aniversario, café, capuchinos, música española y la calidez de los anfitriones.
