El emprendimiento de turismo comunitario en San Miguel del Bala, representa una iniciativa significativa para la sostenibilidad económica y social de esta comunidad ubicado en el municipio de San Buenaventura, del departamento de La Paz. Este modelo de turismo se basa en la participación activa de las familias locales, quienes, a través de la asociación, gestionan y operan servicios turísticos que no solo generan ingresos para los socios, sino que también promueven la preservación de la cultura y el entorno natural de la región.
San Miguel del Bala está conformado por aproximadamente setenta familias, de las cuales quince son socios directos del emprendimiento comunitario. Estas familias son las principales beneficiarias de las utilidades que se generan a fin de año, ya que, al ser parte activa de la iniciativa, participan en la toma de decisiones y en la distribución de los ingresos. Sin embargo, el impacto del emprendimiento comunitario va más allá de los socios, ya que indirectamente beneficia a toda la comunidad, especialmente a los prestadores de servicios locales. Estos incluyen tanto a quienes trabajan directamente en el turismo como a aquellos que ofrecen apoyo en áreas como la alimentación, la logística y otros servicios.
Uno de los desafíos más importantes que enfrenta este emprendimiento es la capacidad de organización interna. La pandemia de COVID-19 afectó gravemente al turismo, reduciendo drásticamente el número de visitantes y, por ende, los ingresos generados. Durante este periodo, muchas familias que antes estaban vinculadas al turismo optaron por dedicarse a otras actividades, lo que debilitó la estructura del emprendimiento comunitario. A pesar de ello, los socios han logrado mantener la iniciativa en pie, reconociendo que el turismo sigue siendo una de las mejores formas de generar ingresos y promover el desarrollo sostenible en la región.
El proceso de toma de decisiones dentro de la asociación es otro reto significativo. Los socios deben decidir colectivamente sobre aspectos clave como la elección de gerentes o responsables operativos, la contratación de personal y la inversión en mejoras de infraestructura. Esta toma de decisiones, aunque inclusiva, puede ser lenta y a veces genera tensiones, especialmente cuando las opiniones divergen o cuando no todos los socios están capacitados de la misma manera para gestionar los diferentes aspectos del emprendimiento entre ellos la toma de decisiones.
El emprendimiento también enfrenta retos relacionados con la prestación de servicios turísticos de calidad. Los visitantes que llegan a San Miguel del Bala, ya sea por aire o por tierra, esperan una experiencia organizada, enriquecedora y servicios de calidad. Sin embargo, las limitaciones logísticas y la falta de recursos a veces dificultan la entrega de servicios consistentes y satisfacer a altas expectativas. A menudo, el emprendimiento depende de la contratación de personal externo para cubrir las necesidades de los turistas, especialmente cuando los socios no están disponibles. Esto agrega un nivel de complejidad a la gestión del emprendimiento y subraya la necesidad de un equipo estable y capacitado.
El emprendimiento comunitario en San Miguel del Bala tiene un fuerte compromiso con la conservación ambiental, ubicándose en una región de alta biodiversidad cercana al Parque Nacional Madidi. Este entorno natural, que es uno de los principales atractivos turísticos, ha llevado a la comunidad a implementar prácticas de turismo responsable. Los socios del proyecto reconocen que la preservación del medio ambiente es esencial para el éxito a largo plazo, por lo que minimizan el impacto ambiental de sus actividades y promueven el respeto por la flora y fauna locales. Los visitantes no solo disfrutan de la belleza del entorno, sino que también aprenden sobre la importancia de su preservación a través de guías locales capacitados, quienes comparten conocimientos sobre la biodiversidad y las tradiciones de la cultura indígena tacana.
Sin embargo, el emprendimiento enfrenta desafíos importantes, como la necesidad de mejorar la infraestructura básica, que limita el acceso y la experiencia de los turistas. Mejorar caminos, servicios de comunicación y facilidades turísticas es crucial para atraer más visitantes, pero estas mejoras requieren recursos financieros que exceden las capacidades actuales de la comunidad. La búsqueda de alianzas con instituciones públicas y privadas serian esenciales para superar estas limitaciones. Asimismo, la capacitación continua de los miembros de la comunidad en gestión turística y atención al cliente sería vital para mantener la calidad del servicio y adaptarse a las crecientes expectativas de los visitantes. Esto no solo mejora la oferta turística, sino que también fortalece la identidad cultural y asegura la participación de futuras generaciones en el emprendimiento.
El autor es profesional en Turismo y Docente de Pregrado de la UPEA.