En las páginas de la historia ecológica de Bolivia, causan una tragedia sin paralelo los incendios que se registran en grandes bosques y pastizales de la región oriental y norte del país. Según estimaciones aproximadas, hechas por ingenieros forestales y ambientalistas, el fuego arrasó alrededor de diez millones de hectáreas, lo cual implica enormes pérdidas de valiosa fauna y flora. Además, pueblos nativos por el avance indetenible de las llamas han perdido sus bienes, su hábitat que les proporcionaba medios de subsistencia, por lo que han sido obligados a migrar.
Sin embargo, expertos en ambientalismo, desde el año 2017 alertaron sobre la destrucción de naturaleza que se preveía. La organización Mighty Earth, advertía que hasta el año 2025 “Bolivia deforestará cinco millones de bosques” y que esos espacios “serán utilizados para la siembra de soya”. Señaló también que la deforestación era permanente en zonas boscosas de Brasil y de Bolivia. Al respecto, desde el Instituto Boliviano de Investigación Forestal se dijo que “el bosque es visto como tierra inútil a la que se necesita dar uso”.
Y los incendios forestales de años recientes corroboran que esos cálculos han sido rebasados, por la tendencia de gobiernos masistas para no poner freno a los avasallamientos de tierras en el oriente, particularmente porque se trata de colonizadores afines al partido de gobierno, Sin olvidar que se impulsa la ampliación de la frontera agrícola con la incursión furtiva a las llamadas “áreas protegidas”.
Lo cierto es que son gigantescas las pérdidas económicas por las quemas de bosques, lo que se comprobará cuando haya un análisis imparcial del desastre ambiental de los últimos años. Muchos otros aspectos de la quemazón de áreas forestales en el país son conocidos ampliamente por la opinión pública del país y en el ámbito internacional, al extremo que gobiernos de países vecinos han incorporado en políticas oficiales la batalla contra el fuego provocado.
Pero, hasta ahora en el asunto de los incendios forestales no se ha hecho referencia a las causas que los provocaron, lo cual significa que en años próximos el fuego causado de manera intencional será aún más destructivo. Por ello es momento de ver las causas del pavoroso aumento de la cantidad de quemas, las cuales son provocadas por gente inescrupulosa, así como por gobiernos irresponsables que siguen con el método extractivista de recursos naturales. Si no adoptamos medidas de prevención, en años próximos tendremos que lamentar que arda todo el territorio forestal del país.
Entre las causas de semejante problema está la migración, sin planificación, de miles de campesinos desde el occidente a la región oriental del país, quienes han sido arruinados por la política agraria del régimen masista, desde el año 2006.
Arden bosques y las pérdidas son enormes
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