lunes, octubre 28, 2024
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A 21 años de la guerra del gas

Oscar Espinosa García

Parte II

Han pasado 21 años de este acontecimiento, cuando se logró cancelar este proyecto y se dio lugar a grandes cambios en la vida política y económica de Bolivia. Después de Venezuela, Bolivia tenía en Sudamérica las mayores reservas de gas. En el transcurso de los 21 años que han pasado, éstas se han reducido considerablemente, resultando en la pérdida de la principal fuente de ingreso de dólares que tenía el país. Esto ha ocasionado que la economía no pueda disponer de suficientes dólares para adquirir los insumos del exterior que necesita para su funcionamiento. Como consecuencia, se ha producido un aumento en los precios de los bienes, en especial de los bienes adquiridos en el mercado internacional, y la existencia de un mercado paralelo. La escasez de dólares es un serio impedimento al crecimiento de la economía.
Paralelamente, ha aumentado la compra de diésel y gasolina en el mercado internacional, para ser vendidos en el mercado nacional con precios subsidiados, lo que significa para el país la salida de los escasos dólares. En conexión con la caída de la producción de gas natural, ha disminuido la producción nacional de estos combustibles. A medida que pasa el tiempo, le es más difícil al Gobierno abastecer al mercado de estos combustibles. Diariamente hay filas en los surtidores de diésel y gasolina. Empresas privadas han optado por importar ellas mismas el diésel que necesitan para la producción de los bienes que ofrecen al mercado nacional.
Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y los transportistas venezolanos tienen que hacer fila durante varias horas para adquirir unos cuantos litros de gasolina. La empresa de petróleo de Venezuela (Pdvsa) es incapaz de proveer gasolina en suficientes cantidades a la economía venezolana. Ha sido destruida por el gobierno de Hugo Chávez y conservada en ese estado por el gobierno de Nicolás Maduro. Lo mismo ha sucedido en Bolivia con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que fue convertida en una empresa quebrada por el gobierno del MAS de Evo Morales.
YPFB tiene monopolio de la industria de los hidrocarburos, asignándosele las funciones de explotación y exploración de los hidrocarburos. Estas funciones fueron llevadas por personal que no era calificado para ejercerlas. Los presidentes fueron nombrados por su afinidad política con el Presidente de la República o con el MAS. Uno de ellos se subía a los camiones repartidores de garrafas de gas y varios de ellos tuvieron que dejar su cargo porque fueron encontrados realizando actos de corrupción. Todos ejercían su cargo en forma interina. Como todas las empresas del gobierno, YPFB era una oficina de empleos para los partidarios políticos. Hubo denuncias (con pruebas) de que dirigentes políticos recibían sueldos sin hacer algún trabajo en la empresa, simplemente cobraban su sueldo al final de cada mes.
YPFB se dedicó a la explotación del gas y descuidó la exploración de nuevos campos para reponer las reservas. El Ministerio de Hidrocarburos y Energía diseñó un complicado procedimiento de contratación de servicios de exploración, que resultó en pocos contratos, que no encontraron nuevos depósitos de gas. Para suplir esta falta, la empresa estatal decidió asumir las tareas de exploración, pero las inversiones asignadas fueron insuficientes, puesto que la inversión fue dirigida más a la explotación de los campos de gas. YPFB fracasó totalmente en la reposición de las reservas de gas natural.
YPFB emprendió un ambicioso plan de industrialización que terminó en un fracaso y dejó para el país cuatro elefantes blancos: Planta separadora de Río Grande (184,9 millones de $US), Planta separadora de Gran Chaco (608,9 millones de $US), Planta de amoniaco y urea (862,5 millones de $US), con un ferrocarril que nunca se concluyó, donde se perdió 200 millones de $US, y Planta de licuefacción de Río Grande (145,8 millones de $US). Estaban proyectadas las plantas de prolipropileno (1.700 millones de $US) y polietileno (4.798 millones de $US), cuya materia prima iba a ser producida por las plantas separadoras, de estas plantas se hicieron los estudios de diseño.
Entre 2008 y 2014, el gobierno de Evo Morales recibió 56.000 millones de $US por las exportaciones de gas natural y con las exportaciones de minerales y productos agroindustriales, el ingreso recibido fue de 92.000 millones de $US. Nunca en su historia tuvo Bolivia semejantes ingresos que, si hubieran sido bien empleados, habrían marcado el camino para el esperado despegue de la economía boliviana. Estos cuantiosos ingresos fueron despilfarrados en gastos inútiles, empresas estatales deficitarias, malos proyectos, elefantes blancos y corrupción.

El autor es ingeniero civil.
Blog: HISTORIA, TRANSPORTES Y DESARROLLO

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