Al verse acorralado por un juicio por estupro a una niña, el califa de Orinoca, Evo Morales Ayma, recurrió a variados métodos para ponerse a salvo. Ante la orden fiscal para ser procesado y luego detenido, dijo inicialmente que no tenía temor, pero, enseguida, ordenó a sus seguidores hacer un bloqueo general de caminos, por tiempo indefinido. Recordemos que hace poco el jefe del MAS había impulsado la marcha denominada “para salvar Bolivia”, a la que en algún momento dejó para que el “estado mayor del pueblo” decida el destino de la movilización. Al final, esa marcha fue un fracaso y solo recibió indiferencia en la ciudad de La Paz, donde concluyó después de algunos días de movilización.
Ahora, Morales se dio a la fuga para evitar el peso de la ley por la mencionada acusación hecha por una fiscal de Tarija. Y cambió de táctica de lucha, al ordenar que los “hermanos” campesinos que le son fieles bloqueen los caminos del país. Actualmente esa medida de presión está vigente en más de quince puntos, principalmente en Cochabamba, en lugares de comunicación con el departamento de Santa Cruz. Pero esa orden fue rechazada por los campesinos aymaras del altiplano de La Paz, Oruro y Potosí.
Sin embargo, la lenidad de las autoridades fue notoria, al extremo que desde sectores sociales perjudicados se exigió al Ministro de Gobierno “que se ponga los pantalones”, para poner fin al terror causado por los evistas bloqueadores en las carreteras, que ocasionan grandes perjuicios a sectores productivos, comerciantes, transportistas y pobladores. Por otro lado, era evidente que dejar impune a un acusado de delitos sexuales, es motivo de escándalo internacional, peor si un expresidente es acusado de estupro y trata y tráfico de personas.
Finalmente, se debe remarcar que los verdaderos campesinos del país no han participado en las dos marchas recientes, pues jamás usaron eses procedimiento para amparar a individuos con intereses netamente personalistas. Ellos solo respaldan marchas con grandes objetivos históricos, como la libertad, la propiedad de la tierra, el salario digno, mejores condiciones de vida y muchos otros. Por ello resultaron siendo utilizados solo para evitar que la justicia caiga sobre Evo Morales y no sea juzgado por estupro y otros delitos cometidos cuando era presidente y cuando sus caprichos eran satisfechos de cualquier manera.
Finalmente, se debe anotar que los campesinos ya estaban en contra de Morales, por haber el cocalero puesto en práctica una política agraria derechista, ya que les quitó la propiedad de la tierra y otros derechos económicos, empobreciéndolos, al extremo que muchos de ellos dejaron sus parcelas y migraron a las ciudades y al exterior, en busca de mejor nivel de vida.
Bloqueadores apoyan a un cuestionado caudillo
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