lunes, octubre 28, 2024
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Dudan de calidad del combustible que venden estaciones de servicio

> La credibilidad de las entidades públicas fiscalizadoras cayó, debido a la falta de institucionalidad.

Tras el desabastecimiento de combustibles, ahora se observa la calidad del mismo, pues los choferes desconfían del producto proveniente de la importación que realiza Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). La entidad fiscalizadora y reguladora trabaja con la empresa petrolera estatal.
La falta de divisas y la caída de la producción de hidrocarburos líquidos complicaron el panorama de abastecimiento, una muestra de ello es la información de la periodista de El Mostrador de Chile, Ximena Astudillo, quien dijo que desde finales de septiembre y principios de octubre hay tres buques cerca a la terminal de Arica, esperando descargar combustible, e indicó que eso tiene un costo y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no respondió a un cuestionario que envió.
A ese contexto se suman las quejas por la venta de combustible sin garantías, pues a pesar de que hay cuatro tipos de gasolina, al parecer todas tienen el mismo octanaje y no hay entidad que certifique todo lo contrario.

Descontento
La desconfianza y el descontento se multiplican sobre la calidad de los combustibles que se venden en las estaciones de servicio en el mercado nacional.
De acuerdo a reportes de ANF, los choferes del sector público denunciaron que las gasolinas Premium habrían provocado problemas en las bombas de gasolinas de las movilidades.
Por ejemplo, Juan Gonzáles, chofer de transporte público, denunció que tras adquirir la gasolina Premium tuvieron problemas con la bomba de gasolina de sus autos.
Sostuvo que la gasolina Premium parece igual a la especial, pero a un precio mayor, con un rendimiento menor y una afectación a las bombas de gasolina, y varios vehículos tuvieron que ser llevados a los talleres para su reparación.
“No hay garantía, no hay ninguna diferencia. Hace 20 años echaba gasolina Premium y el motor tenía fuerza”, apuntó según la ANF.
Mientras Rómulo Gutiérrez, transportista, también dijo que la gasolina Premium no rinde más que la gasolina especial. “El problema es el rendimiento del kilometraje, no rinde”, indicó a tiempo de explicar que ellos calculan el rendimiento por las vueltas que dan, pero el combustible no permite realizar más de lo normal.

Observaciones
El analista del sector hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, con respecto al “gasolinazo encubierto” con la puesta a la venta de otros tipos de gasolina, no comparte la crítica.
Explicó que en la década de los 80 o 90, los gobiernos aplicaban ese concepto para captar ingresos fiscales a través del incremento del precio de los combustibles, pero ahora la situación tiene el objetivo de liberar el valor al precio internacional.
Además, destacó la oferta de combustibles en el mercado nacional, con la puesta a la venta de etanol 92, gasolina plus, premium y ultra Premium, con diferentes octanajes, pero todas mezcladas con alcohol anhidro.
Sin embargo, observó que al consumidor lo obligan a consumir biocombustible, una mezcla de etanol con combustible tradicional, sin posibilidades de elegir.
A eso señaló que la certificación de las gasolinas para verificar el correcto octanaje que debe tener, está en duda y pregunta ¿quién asegura que la mezcla proporcional entre convencional y alcohol?
Además, reflexionó que la certificación del octanaje que realiza la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) no resulta creíble para el conjunto de la población.
Según la exautoridad de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, a nivel internacional el proceso de verificación de la calidad del combustible se lo realiza en cada tanque que se llena de carburantes.
Explicó que se debe sacar una muestra del combustible que se despacha a los surtidores, la misma que debe llevar el conductor y entregar a los dueños de los surtidores para que conozca la calidad del combustible, y esta tarea no se está realizando.
Con respecto a las observaciones a los combustibles, se envió tres preguntas a la Agencia Nacional de Hidrocarburos, pero no recibieron la respuesta.
Las preguntas son: Cómo se controla la calidad de la gasolina que se vende al público; Actualmente, en que octanaje esta la gasolina especial; las gasolinas Premium que octanaje tienen; y será que más alcohol de lo permitido puede provocar fallas en el motor y en algunos casos se puedan incendiar las movilidades.
De acuerdo a profesionales mecánicos, el octanaje no sería el correcto en el combustible que venden, pues tiene más olor a alcohol que a gasolina y provoca fallas en los inyectores.

Situación del sector
hidrocarburos
Para la exautoridad de Hidrocarburos, el problema que tiene el país es que cada vez hay menos energía, gasolina, diésel, Gas Licuado de Petróleo (GLP) y para compensar la menor producción, se necesita importar y para ello se requiere divisas.
Fue claro en señalar que para pagar al proveedor de diésel, gasolina y al transporte, se requiere divisas; pero el Gobierno no tiene producción y no tiene divisas, por ello se observa desabastecimiento, que viene desde hace 18 meses.
Poco a poco el desabastecimiento y los cortes son más largos y frecuentes. Hace tres o cuatro años, no se tenía estos problemas, pues teníamos producción y dólares, pero cayó y se acabó los dólares del Banco Central de Bolivia (BCB), reflexionó.
“No se tiene suficientes recursos para importar y abastecer el mercado nacional”, indicó a tiempo de señalar que al no cubrir la demanda del mercado, la gente entra en pánico y hace fila más de lo normal.

Difícil solución
Mientras tanto, para el analista del sector hidrocarburos de la Fundación Milenio, la situación actual del sector es complicada y será difícil implementar una solución sostenible, debido a que no es un problema de hoy sino viene de años.
Recordó que el último año se registró problemas de abastecimiento de combustibles cada tres meses, desde abril de la presente gestión se redujo a dos meses, y la situación se va complicando.
Apuntó que no es un problema momentáneo sino es estructural y radica en la reducción de la producción de hidrocarburos líquidos en 54%, la tendencia decreciente continúa.
Informó que la producción de líquidos en 2015 alcanzaba a 63.000 barriles de petróleo, pero a la fecha el volumen bajó a 25.000 barriles, caída que difícilmente se podrá revertirse en el corto y mediano plazo.
La activación de la exploración no podrá revertirse la situación en el mediano plazo, sostuvo.

Tareas
Para Ríos la actual administración tiene dos tareas para reducir los efectos del desabastecimiento de combustibles en el mercando nacional, como conseguir divisas para importar para el próximo año, de aproximadamente 3.800 millones de dólares; y, paralelamente, levantar la producción de petróleo y gas para reducir la compra, cuyo proceso demora entre 3 a 8 años.
Sin embargo, se requiere de una normativa para promover la producción de hidrocarburos en el país, así como de gasolina, diésel y GLP, señaló.

Subvención
Por su parte, Velásquez sostiene que la subvención es un problema para el sector de hidrocarburos y recordó que mediante un decreto se fijó el precio del barril de petróleo en 27 dólares, si se compara con el valor internacional este es muy bajo y no es atractiva para la inversión exploratoria de petróleo en Bolivia.
Por ello revertir el desabastecimiento de gasolina y diésel será difícil, por ello la administración de Gobierno debe importar combustibles a un precio internacional y venderlo en el mercado a un valor menor.

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