El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó sanciones para un total de 131 ciudadanos australianos y otros nueve neozelanedeses a los que acusa de mantener una actitud «antirrusa» e impulsar políticas contrarias a los intereses de Moscú, especialmente tras el estallido de la guerra en Ucrania.
En el caso de los australianos, la diplomacia rusa señaló a personas que ocupan desde cargos públicos en administraciones locales, hasta profesores universitarios, pasando por empleados de empresas armamentísticas y de defensa, ministros, periodistas y militares en activo y retirados de las Fuerzas Armadas.
Por su parte, las sanciones dirigidas a Nueva Zelanda incluyen altos cargos del Ministerio de Defensa y miembros de las Fuerzas Armadas, según detalló la diplomacia rusa en sendos comunicados.
Con estas medidas, Rusia impide la entrada por tiempo indefinido de los 140 ciudadanos australianos y neozelandeses sancionados. Además, Moscú considera que los gobiernos de ambas naciones oceánicas no tienen intención de «abandonar su rumbo antirruso» y siguen «introduciendo nuevas medidas de sanciones».
Las sanciones contra figuras políticas relevantes, y ya incluso contra civiles, se tornó como una moneda de cambio entre Rusia y sus rivales occidentales, especialmente en el marco de la guerra en Ucrania, iniciada a finales de febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin. (EP)