La princesa Yuriko, miembro de mayor edad de la familia imperial de Japón, falleció ayer de madrugada a los 101 años, anunció la Agencia de la Casa Imperial nipona, al tiempo que informó de que las visitas al Palacio quedan suspendidas hasta el martes.
“Su Alteza Imperial la Princesa Yuriko falleció a las 6:32 horas (hora local) en el Hospital Internacional San Luis. Nos gustaría expresar nuestro más sentido pésame”, señala un comunicado publicado en su página web.
Yuriko fue hospitalizada en marzo debido a un derrame cerebral y una neumonía. Había estado recibiendo tratamiento, pero las pruebas médicas realizadas a principios de este mes mostraron un deterioro de sus funciones cardíaca y renal, recogió la agencia de noticias japonesa Kiodo.
El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, se mostró “profundamente entristecido” por la noticia del fallecimiento de la princesa, de quien destacó que como miembro de la Familia Imperial contribuyó a una “amplia gama de campos, como la medicina, la cultura, el deporte o la cooperación internacional”.
Ishiba destacó a través de su perfil en la red social X que “participó durante muchos años en proyectos sobre maternidad y crianza de niños, a lo que dedicó grandes esfuerzos”, y también “mantuvo una estrecha relación con el pueblo, animando a los participantes en diversas ceremonias y torneos”.
“Desde su vejez, paso los días tranquila y con buena salud, y el año pasado cumplió 100 años. El pueblo de Japón esperaba la longevidad continuada de su Alteza Imperial, por lo que es verdaderamente lamentable que haya fallecido de forma tan inesperada. Nos solidarizamos con el profundo dolor de la Familia Imperial y sus allegados, y expresamos por la presente nuestro más sentido pésame junto con el pueblo de Japón”, expresó.
Yuriko, que nació en 1923, se casó a los 18 años con el príncipe Mikasa, hermano menor del emperador Hirohito y tío del actual emperador, Naruhito, meses antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. (EP)
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