A un mes de la Navidad, los gremiales minoristas enfrentan uno de los años más críticos para su sector debido a la falta de capital y la escasez de dólares. Esto les impide invertir en mercadería para las fiestas, lo que se suma a la crisis de carburantes que ha dificultado aún más sus actividades. Según sus dirigentes, este escenario proyecta una temporada navideña especialmente negativa.
El panorama se agrava por el bajo interés de los consumidores en adquirir regalos y productos no esenciales, ya que la prioridad de muchas familias está en garantizar productos básicos de la canasta familiar. «No vale la pena comprar mercadería a los mayoristas porque la gente está enfocada en sus necesidades básicas, no en presentes de fin de año», comentó uno de los representantes gremiales.