miércoles, diciembre 25, 2024
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“YPFB nacionalizada” es más una fábrica de empleos

En 18 años, YPFB no logó ni siquiera ser transparente porque no se encuentra la información que se necesita, no es eficiente porque los indicadores así lo muestran, la producción de gas ha caído en un 47 por ciento, la producción de líquidos cayó en 55 por ciento, Bolivia perdió el mercado de la Argentina, al Brasil se exporta la mitad, importamos el 85 por ciento del diésel y el 58 por ciento de la gasolina.

Por muchos años se ha difundido mensajes gubernamentales sobre la exitosa nacionalización de YPFB, la que supuestamente dio a Bolivia una estabilidad e indicadores positivos de progreso. Esta versión no es compartida por el analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, quien conversó con eco$com:

¿YPFB fue o no nacionalizada en el gobierno de Evo Morales?

En las dos primeras nacionalizaciones del sector hidrocarburos, hubo expropiación; en la última del 1ro de mayo de 2006, se renegoció los contratos con YPFB, el fuerte del DS 28701 (de nacionalización) permitió renegociar y se operativizó la Ley de Hidrocarburos 3050. Se recuperó las empresas capitalizadas de YPFB: unidad de transporte, logística, refinación, explotación y explotación, se pagó por esta recuperación, ya que todas estas estas unidades habían sido antes capitalizadas.

Es importante indicar que se estableció un régimen fiscal transitorio hasta que se renegocie los nuevos contratos, en 180 días, en este plazo el Estado se quedaba con 82 por ciento y las empresas el 18 por ciento, es decir se invertía la relación que existía antes. El 26 de octubre de 2006 se firma los 44 contratos (uno fue devuelto en un mes) y hasta la fecha todos los campos en producción datan de esa fecha, que a su vez datan de contratos de riesgo compartido que había a esa fecha.

El decreto de nacionalización no marco un cambio significativo en términos de participación de YPFB, sí hay un artículo que indica que todos los hidrocarburos pasan a propiedad de YPFB y las empresas pasan a un rol de prestadoras de servicios, es decir, explotan y le entregan en punto de fiscalización en propiedad a YPFB, eso quiere decir que las empresas no pueden vender, antes las empresas podían vender y eventualmente también podían negociar contratos, podían incluso inscribir las reservas en la Bolsa de Valores, sin embargo, desde ese momento ya no y la única que puede vender hidrocarburos es YPFB, eso es refrendado por la Constitución Política del Estado.

Por lo tanto, no hubo nacionalización, sino “renegociación de contratos”. La nacionalización es el resultado de un imaginario social que ha visto al Estado como respuesta a la desconfianza con las transnacionales.

¿Qué es lo favorable o desfavorable de ese proceso?

La denominada nacionalización de YPFB rescata la demanda social y se trata de demostrar que las empresas extranjeras eran malas y que el Estado era mejor administrador, por lo tanto, se refunda YPFB, instrucción que viene del referéndum del 2003.

Los bolivianos nos olvidamos que YFFB fracasó antes porque se convirtió en una fábrica de empleos; pero lo mismo ocurre hoy, en lugar de ser una empresa de exploración y explotación de hidrocarburos. Nuevamente fracasa el Estado como empresario, se insistió en lo mismo y tardamos 20 años en darnos cuenta y eso cuesta dinero al país. Se contrata funcionarios, se los capacita, se los despide y vuelve a contratar.

Habían supuestos básicos que no se cumplieron como la institucionalidad, que ya no se contrate con criterios políticos, como algunas experiencias positivas que se dieron en el Sistema de Impuestos Nacionales.

Desde el 2006, en 18 años, YPFB ha quintuplicado su planilla de personal, mantiene su estructura a pesar que el decreto de nacionalización le da un plazo de 60 días para que YPFB se convierta en una empresa transparente, eficiente y con control social. En 18 años no es transparente porque no se encuentra información que se necesita, no es eficiente porque los indicadores así lo muestran, la producción de gas ha caído en un 47 por ciento, la producción de líquidos cayó en 55 por ciento, hemos perdido el mercado de la Argentina, al Brasil se exporta la mitad, importamos el 85 por ciento del diésel y el 58 por ciento de la gasolina. En 20 años, solo hay un proyecto grande de exploración que es Incahuasi, que además ha sido explorado en anteriores gestiones gubernamentales.

El caso de Mayaya no se puede decir que es un descubrimiento exitoso porque con un pozo no se puede asegurar que sea megacampo, si no se conoce las pruebas de largo aliento, como mínimo se requiere perforar tres pozos. No se trata de sólo realizar anuncios; viendo algunos resultados, Margarita tenía 10 veces más presión que el Mayaya.

En gran medida, la mala administración de YPFB se debe al cambio de 14 presidentes en 18 años, algún presidente duró apenas seis meses, también YPFB tuvo un presidente que repartía garrafas de GLP y ahora el actual muestra cómo se descarga combustible de un barco, es un absurdo. Yo no me imagino a un presidente de Petrobras o Ecopetrol en ese tipo de cosas porque ese no es su rol.

La estructura de YPFB tiene gerencias dispersas en varios puntos del país, eso es más político que realmente práctico. En poblaciones pequeñas, lo que hizo la estatal petrolera sólo fue dar pegas a algunos pobladores, pero la realidad del pueblo sigue siendo la misma.

¿Cuál es el mejor camino para YPFB?

Es un falso debate el que el Estado tenga o no empresas, lo importante es que estas empresas sean eficientes como Petrobras, Ecopetrol, Gasprom o Repsol. Lo importante es eliminar el componente político e institucionalizar contratando a los profesionales más idóneos. Hasta el momento, YPFB se aplazó.

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