El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se reunió con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en Palm Beach, Florida, anunció ayer la portavoz de la Alianza Atlántica. En la oportunidad «hablaron del conjunto de problemas de seguridad mundial a los que la alianza se ve confrontada», señaló Farah Dakhlallah en un comunicado.
Dos días después de la elección de Trump el 5 de noviembre, el que fuera primer ministro de Países Bajos sostuvo que quería reunirse con él. Entonces afirmó que quería abordar con el mandatario electo la «amenaza» que representa para la seguridad de Europa y mundial el refuerzo de los vínculos entre Rusia y Corea del Norte.
«Espero sentarme con el presidente Trump y analizar cómo colectivamente nos aseguraremos de enfrentar esta amenaza», sostuvo Rutte el 7 de noviembre al margen de una reunión de dirigentes europeos en Budapest. Desde entonces, el responsable de la OTAN no dejó de advertir sobre el peligro del acercamiento entre China, Corea del Norte e Irán, tres países acusados de ayudar a Rusia en su guerra contra Ucrania.
TRUMP Y SUS DUDAS
El viernes, la OTAN no respondió a la prensa neerlandesa, que conocía reportes de que Rutte había viajado a Estados Unidos en un avión del Gobierno de Países Bajos para reunirse con Trump. Rutte es reconocido en Europa como una de las personas que logró establecer buenas relaciones con el líder republicano durante su primer período en la Casa Blanca.
En su primer mandato, Trump exigió con vehemencia a Europa a aumentar su gasto en defensa y criticó el excesivo peso que tiene Estados Unidos en el presupuesto de la OTAN. Además, durante la campaña, puso en duda el apoyo de Washington a Ucrania, lo que llevó a los aliados de la organización a insistir en que el respaldo a Kiev en su defensa contra la invasión rusa es central para la seguridad europea y estadounidense. (Dw)