Recientes actualizaciones sobre la demanda antimonopolio contra Google en Estados Unidos indican que se está considerando la venta de Chrome y la separación de Android. Para quienes no estén familiarizados, Chrome es el navegador web de Google, el más utilizado a nivel mundial, mientras que Android es el sistema operativo móvil predominante, empleado por casi todas las marcas de smartphones, excepto los dispositivos de Apple (iOS) y, más recientemente, los de Huawei con su HarmonyOS Next.
El trasfondo de esta situación está relacionado con preocupaciones sobre un monopolio tecnológico. Se ha informado que el Departamento de Justicia planea solicitar al juez encargado del caso antimonopolio contra Alphabet (la empresa matriz de Google) que obligue a la compañía a vender su navegador Chrome. El argumento es que, gracias a Chrome, Google ha podido mantener un monopolio ilegal a través de su motor de búsqueda (Google Search). La popularidad de Chrome solo complica la defensa de Alphabet en este caso.
Si se lleva a cabo la venta forzada, se estima que el valor del navegador Chrome podría alcanzar los 20.000 millones de dólares. Según informes, Alphabet podría solicitar esta cantidad si el juez acepta la propuesta del Departamento de Justicia. Esta acción representaría un hito significativo en la regulación de una de las empresas tecnológicas más influyentes del mundo.
Cabe recordar que en agosto pasado, el juez ya determinó que Google monopolizaba ilegalmente el mercado de búsquedas web. Actualmente, muchos usuarios encuentran que Google es menos eficiente; buscar en ChatGPT suele ser más rápido que lidiar con un Google saturado de contenido patrocinado y optimización para motores de búsqueda, lo que complica la experiencia del usuario.
Impacto en Android
Además de la posible venta de Chrome, se busca que Google separe su sistema operativo Android de sus servicios de búsqueda y Google Play. Estas medidas están diseñadas para disminuir el control de Google en el mercado, especialmente por su práctica de preinstalar Google Search como motor de búsqueda predeterminado.
Los funcionarios proponen requisitos que incluyen la separación de Android de Search y Google Play, aunque no se pretende obligar a Google a vender Android. También se sugiere que la compañía comparta más información con los anunciantes y les brinde mayor control sobre la ubicación de sus anuncios.
El caso podría abarcar restricciones en los contratos exclusivos que favorecen a Google Search y exigir que la empresa otorgue licencias de datos a competidores como Bing o DuckDuckGo. Además, se contempla la posibilidad de imponer interoperabilidad entre los servicios de Google y otros motores de búsqueda para fomentar la competencia.
Google ha rechazado tanto la venta de Chrome como las demás propuestas. Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, argumentó que estas sugerencias van más allá de los problemas legales en cuestión. Este desarrollo marca un momento crucial en el ámbito de la regulación tecnológica y podría transformar el panorama de las búsquedas y navegadores en línea.