Más de un millón de personas quedaron sin electricidad tras un nuevo ataque masivo ruso contra la infraestructura energética ucraniana, según informaron las autoridades. El ministro de Energía, German Galushchenko, calificó el acto como parte de una escalada de «tácticas terroristas», mientras que el presidente Volodymyr Zelenski denunció el uso de bombas de racimo contra infraestructuras civiles. El operador de red Ukrenergo ordenó cortes eléctricos de emergencia en Kiev, Odesa, Dnipropetrovsk y Donetsk, agravando la crisis energética en pleno invierno.
Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Rusia ha atacado repetidamente las instalaciones energéticas de Ucrania, buscando dejar a la población sin luz ni calefacción. Funcionarios ucranianos condenaron los ataques, acusando a Moscú de librar una guerra contra los civiles. En respuesta, Ucrania promete medidas para contrarrestar estas ofensivas que buscan minar su resistencia durante los meses más fríos.